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Guest
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Hola a todo el mundo,
Soy un chico de 29 años que trabaja en un club de golf. Soy una persona perfectamente sociable, pero que disfruta mucho de la soledad sin ser en absoluta antisocial; simplemente en mis días de descanso me gusta estar en casa, salir al monte con mis perros, leer, jugar con videojuegos o pintar.
Mi historia comienza en internet, en unos foros dedicados a un juego online. Mientras me dedicaba a contactar con gente para pasar una ratito cada noche, intercambié mis datos de juego con una chica de 35 años. Lo cierto es que nunca he tenido novia, lo he intentado, pero soy del tipo conocido por algunos como "pagafantas". Veréis, tenía ganas de conocer a una mujer, no me importaba el medio, así que mientras jugábamos, y como la forma de juego era escrita, lo cual me dio cierta valentía que no poseo con el habla, empecé a tontear con ella. Lo primero que me dijo es que estaba casada, pero me dio a entender que no pasaba nada, que me seguiría el juego de piropos.
Con el tiempo la "relación" fue evolucionando. cada vez que jugábamos le decía cosas bonitas y ella me correspondía, hasta que se me ocurrió escribir alguna cosa algo subida de tono y ella no sólo no se escandalizó, sino que pareció querer entrar en esa mecánica. así, durante largo tiempo, nos mandábamos "cartas de clarísimo contenido sexual para excitarnos mutuamente. Le dije que era virgen y a ella pareció resultarle algo muy bonito, mientras yo, como un tonto, comencé a enamorarme.
Al final la relación acabó por ser de amor, dejando a un lado el tema sexual. Hablábamos por teléfono y yo le decía siempre que podía que la quería, pero ella parecía más reacia por "vergüenza". Llevábamos así ya un tiempo, escribiéndonos vía messenger de manera muy afectuosa, y hablando por teléfono de cosas más insustanciales, debido a que yo no me atrevía a llevar las conversaciones al terreno amoroso, porque ella hablaba mucho y no parecía querer que fuera del tema que yo quería, así que me callaba y escuchaba. Para ella todo esto no suponía una infidelidad hacia su pareja, ya que ella la entendía como algo físico.
Con el tiempo esta mujer se puso mala hasta el punto de tener que pasar en casa una semana. Justo antes de que le dieran la baja yo estaba muy preocupado porque el día anterior me había escrito en el juego de una manera muy seca y distante, que me había hecho un daño terrible. a la mañana siguiente, que tenía cita en el médico y yo estaba nervioso porque estaba mala y por lo que me había sucedido el día anterior, le mandé un sms para preguntarle si estaba bien, del que no obtuve respuesta. Inquieto encendí mi ordenador para entrar al msn por si se conectaba para saber de ella. Al ver que era así comencé a preguntarle, pero sin recibir una contestación. Por lo que se ve en su trabajo, unas oficinas en las que trabaja con su hermana y su cuñado, al encenderse su ordenador se conecta el messenger. De esta manera, estaba escribiendo mientras ella estaba en el médico y la hermana lo estaba leyendo todo. Llegó al trabajo y me dijo que se la había montado buena. Horas después me dijo que no podíamos continuar así y que por favor fuera su amigo, a lo que accedí muy triste y a regañadientes. Al día sigueinte le pedí que me dejara seguir queriéndola como algo más que a una amiga, a lo que accedió, pero siempre y cuando no volviera a hacer lo del día anterior.
La semana sieguiente, que se pasó en casa, apenas pude contactar con ella unos minutos por la mañana, después de pasar las noches casi en vela para escuchar que se conectaba y preguntarle cómo estaba. Esos días estuvo muy seca y distante, por lo que yo lo pasé muy mal y estuve a punto de decirle que lo dejaba. de hecho no uve más remedio que decirle yo que lo dejáramos en una amistad, porque me daba la sensación de que ella quería ponerle fin a todo de una vez.
A la semana siguiente comenzó muy cariñosa, pero con el paso de los días yo quería estar mucho rato conectado con ella, por lo que vi que, aunque no me lo decía, empezaba a cansarse y se empezaba a alejar de nuevo, con lo que yo volví a entristecerme, con lo que a la siguiente semana le escribí que no jugaría más, porque notaba que ya no era lo mismo, que yo necesitaba más cariño. No se lo tomó muy bien y pareció querer ponerle fin del todo, pero, ya con cierta dependencia anímica por ambos lados, seguimos hablando y ella pareció acceder a tratarme con más mimo y me escribía que me quería un montón y en mi cumpleaños me felicitó efusivamente y me regaló "cosas" a través del juego.
Poco tiempo después yo me marchaba de vacaciones a un lugar y una casa donde ella había estado, y que me recomendó e incluso fantaseábamos con ir juntos en los mejores momentos de la "relación". Cuando llegué al lugar, acompañado de mi hermano, y dejando detrás un dos días y unos mil kilómetros de carretera, me di cuenta de que únicamente había ido hasta allí para estar en un lugar donde ella había estado, vivir en la casa donde ella había vivido; en resumidas cuentas, poder sentirla un poco más cerca. Esto, y hablar un poco con mi hermano de mi situación, que yo prefería no comentar con nadie para que no variase mi opinión sobre la persona a la que amaba, me hicieron darme cuenta de que, o terminaba con todo esto o sería mucho peor más aelante para mi ánimo.
Al regresar, contacté con ella y le expliqué todo lo que había sentido, con lo que recibí como respuesta que debería tomarme un descanso, que no nos conectáramos más, que eso era un hasta pronto, que me quería mucho y que yo era muy importante para ella.
Pasada una semana sin contactar con ella me encontré con un mensaje privado en el foro donde posteábamos, en el que me decía que me echaba mucho de menos, que esperaba que estuviera bien y que era una persona maravillosa y que era muy importante en su vida, que me pusiera bien y que volviera cuando quisiera, aunque sólo fuera para decir hola, que eso la alegraría y tranquilizaría. Eso me emocionó y le escribí en el msn, a lo que ella me respondió que no pensara que me había olvidado, que se acordaba mucho de mí.
Esto volvió a meterme en el juego de los sentimientos, a lo que, al día siguiente, le escribí que seguí profundamente enamorado, que esto no se me pasaba, y que incluso la seguía deseando. Me respondió que ya sabía que no era posible y que si la veía como estaba, engordando, tal vez por un embarazo o por problemas de tirodes, de desearla nada y que las fotos que tenía de ella (ojo, ninguna sexual en absoluto, al contrario que yo, que tenía mías normales y otras mostrándole más carne, no me importaba en absoluto enseñarle lo que fuera, al menos en esos buenos momentos), que ya me mandaría más más adelante, que eso seguía siendo un hasta pronto, y que deseaba que conociera a alguna mujer que me quisiera de verdad. Yo, ya agotado de intentar amarla en vano, además de que me había dolido cómo me había escrito la respuesta de mi deseo hacia ella, le dije por fin que me marchaba para siempre, que no podía seguir en ese pozo sin fondo, sin salida, y que no podía ser su amigo, porque cada vez que volviera sería para amarla en balde. Su contestación fue que si pensaba que se había reído de mí con lo de desearla es que no la conocía, y me deseaba que fuera inmensamente feliz.
Pasados ya unos pocos días, y yo decaído por saber que era ya la última vez que sabía de ella, pensaba que, tal vez, pero sin saberlo, claro, ella lo estaría pasando aunque fuera un poco mal. Pero hoy he entrado en el foro del juego y he visto respuestas suyas de los más felices con respecto al juego y hacia los otros usuarios, con lo que me ha dolido comprobar que la tristeza que estoy pasando por no volver a contactar con ella, no es compartida.
¿Debería guardarme algún rencor esta mujer por irme y no querer ser su amigo, sea como sea como se lo quiera tomar, sea o no una persona juiciosa? ¿Tal vez he creído que me quería como yo la quiero a ella? ¿Es normal que ya esté tan feliz sabiendo que no vamos a volver a saber el uno del otro?
Gracias a todos por leer esta parrafada.
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