Una serie en la que un portero para parar un balón que le venía por la izquierda corría hacía la derecha para impulsarse en el poste porque si no era imposible pararlo.
Una serie en la que si no alcanzabas un balón saltabas aún más alto sin punto de apoyo.
Una serie en la que el campo era tan grande que se apreciaba la curvatura de la tierra.
EDITO: Maravilloso, acabas de cargarte todos los recuerdos de mi infancia.
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