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Buenas noches.
He de confesar que cuando tenía 17 años, me enamoré perdidamente de una chiquilla de 16 años, que no me correspondió, tenía novio, pero fuimos muy buenos amigos, hasta que por razones de estudio, dejamos de vernos.
Han pasado 15 años, y desde hace uno nos hemos vuelto a ver. Ella está casada y tiene una niña, y yo llevo con mi novia 4 años. Tenemos trato casi todos los días, los dos somos funcionarios, ella de la Consejería de Agricultura, pidió traslado y está en la Oficina Comarcal de Subvenciones, y yo letrado del Ayuntamiento, estamos casi puerta con puerta por así decir, tomamos el café muchos días, y no consigo olvidarme de ella ni mal ni bien, nunca lo he hecho, ha estado siempre en mi memoria y sobretodo ahora, que la he vuelto a ver. Ya se que es una ilusión, que la tengo idealizada, que con ella nunca he estado ni tengo que compartir convivencia, ni facturas ni problemas, pero es así, cada vez que la veo se me revuelven las tripas, y no lo puedo evitar.
Es una espina que tengo clavada, y mucho me temo que me va a acompañar el resto de mis días si es que nunca tengo nada con ella y me desengaño. Pero la situación me frena, tengo a mi novia, a la que quiero muchísimo, ella tiene a su marido y a su hija, y por otra parte, me da vergüenza reconocerla que después de la friolera de 15 años, aún estoy pillado por ella. Así que hablamos de todo un poco, pero ese tema me da reparo introducirle.
Este es el estado de cosas, aunque no quisiera, tengo que verla, el pueblo es pequeño y su trabajo está enfrente del mío.
¿Os ha ocurrido algo así a vosotros?
Saludos.
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