Mis padres están los dos incinerados, es algo que hay que llevar con naturalidad, en polvo te conviertes, lo puedes hacer en un par de horas en un crematorio, o durante años en un nicho.
Cuando falleció mi padre lo tuvimos claro y las cenizas, que no es mucho más de lo que cabe en un vaso de café lo que ten entregan aunque el recipiente sea grande, las echamos en el lugar donde le gustaba ir al campo con sus pajaritos.
Mi madre falleció cinco años después en plena pandemia. Las cenizas las echamos junto a las de mi padre.
En cuanto a los recipientes, ambos eran de plástico y lo echamos en el contenedor de reciclaje.
Las cenizas poco contaminan , ya digo, son unos gramos, lo que sí afea o contaminan son los recipientes.