No es necesario emparejarse nada más dejar una relación, eso vaya por delante. Es más, es absolutamente recomendable darse un buen tiempo después de una ruptura para recuperarse, aprender a estar solo y aprender a no aguantar cualquier cosa por miedo o por no enfrentar un vacío personal, que es lo que te está pasando.
Una vez pasado esto, te das cuenta de que todo esto:
Cita:
sé que no encontraré otro hombre como él. Además no me gusta como se liga hoy en día y me da pereza tener una cita tras otra, todas iguales pero con diferentes personas. Por no mencionar que abriré la puerta al sufrimiento y a que me partan el corazón. Pero mi pareja ya ni si quiera me atrae sexualmente. Lloro mucho pensando en como arruiné la relación y mi vida. Tenemos una hija.
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Son proyecciones mentales y miedos, no realidades.
Por el amor de Dios: la vida no depende estar con una persona concreta en el mundo. La vida son mil cosas, mil caminos, mil opciones y EN TODOS ELLOS, hay momentos malos y buenos. Y no estás obligada a AMAR a nadie. El amor no es una decisión racional, son un conjunto de cosas y la mayoría de ellas no dependen de nuestra voluntad. Piensa en si querrías para tu hija que de mayor estuviera aguantando en una relación sin amor sólo porque es conveniente y segura.
Llora cuanto necesites, que te irá bien y si precisas una terapia, yo te la recomendaría, porque tienes la autoestima en los suelos y una idea totalmente distorsionada del hecho de separarte, de la concepción de pareja, y de ti misma. Con el tiempo te acordarás de todos esos pensamientos y fliparás de que tu visión de la vida fuera tan fantasiosa y limitada.
Cita:
creía tener mi vida sentimental solucionada para siempre a su lado
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Es una relación de pareja. No unas oposiciones a funcionaria.
Lo de "tener la vida sentimental solucionada para siempre" es ciencia ficción.
La vida sentimental cambia y evoluciona. Y como ves, atarte a alguien en busca de seguridad y por miedo a sufrir, te está llevando a donde no querías ir: a sufrir igual o peor.
Por lo menos cuando sufres por amor, has amado y lo has disfrutado y bien lo merece.
Una pareja no es un papá que te protege toda la vida de que tener un tropiezo.
Tú tampoco eres un bebé.
Ve, busca la ayuda que precises y crece. El dolor es tan parte de la vida, como el amor, el placer y la alegría y todo ello es necesario para ser una persona en plenitud.