Bueno, menuda democracia más endeble tenemos en éste, nuestro forete. nadie vota salvo alguno que, como siempre, ha votado por las amistades en lugar de hacerlo guiado por el supremo criterio que otorga el dejarse llevar por los impulsos de los ojos y la entrepierna.
Así no se puede señores, no se puede...