Al final vas a hacer lo que quieras, probablemente, pero yo te pido que analices lo siguiente:
Cita:
Ni que decir que me dejó ella a final del verano de malas maneras por whatsapp
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Lo de las
malas maneras ya es un indicio. Cuando se rompe una relación hay que tratar de hacer el mínimo daño posible a la persona que se deja, que es la que se va a llevar la peor parte. Por ética y por humanidad. Quien no lo hace generalmente persigue, o bien sentirse bien con la decisión adoptada cargando las culpas en el otro, o bien abortar cualquier posible intento de reconciliación. Frecuentemente es un híbrido de las dos. Y los verdaderos motivos, muy por encima de lo que te digan, suelen tener muy poco que ver con tu persona.
Lo del
Whatsapp es uno de los males que nos azotan actualmente, y que para mí generan más duda de si la tecnología nos hace, realmente, más avanzados. Dejar a alguien por whatsapp (o sus paredros sms, correo electrónico, twitter, facebook, tuenti y, si me apuras, hasta el teléfono) es un
pecado mortal contra las relaciones humanas. Es la forma de hacerlo fácil, aséptico, indoloro y carente de riesgo. Un modo de seguir siendo infantiles y no asumir las consecuencias de los propios actos, ni tener que ver las lágrimas del otro, ni sentirse mal uno consigo mismo por lo que está haciendo. El
Carpe Diem en su máxima expresión:
le largo el misil a distancia y a vivir, que son dos días.
Pues no.
Con esas dos acciones ya te digo yo que, independientemente de quién tuviera la responsabilidad de la ruptura, o si es que se acabó el amor, o lo que sea,
no se merece que le contestes la felicitación, porque no se ha comportado como correspondía.
Falta algo más: saber qué te dice en el mensaje. Porque hay muchos modos de felicitar. Desde el mensaje escueto por compromiso hasta un
tanteo más o menos evidente, pasando por unas líneas que pretenden una interactuación mínima. Si no es algo muy evidente, en el que la persona deje a las claras qué es lo que quiere realmente, lo mejor es no contestar siquiera, porque te vas a hacer daño. Porque quizá alimenta tus esperanzas de que ha cambiado de opinión, cuando lo más probable es que no sea así.
A pesar de todo esto que te digo somos humanos, así que no puedo decirte qué debes hacer, y al final harás lo que sientas verdaderamente. Sí puedo compartir contigo mi experiencia, que he felicitado cumpleaños después de las rupturas o he devuelto las felicitaciones: no ha servido para nada más que para acallar conciencias, y en algún caso me he quedado sin contestación, y peor que antes de hacerme la misma pregunta que tú te haces hoy.
A partir de eso, la decisión es exclusivamente tuya.
Namaskar.