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Puedo decir que siempre he sabido conocer muy bien a las personas en tan solo dos o tres conversaciones. Es esa especie de instinto que tenemos todos en el que de todas formas yo no confío ciegamente puesto que siempre dejo pasar el tiempo antes de tomar decisiones de las que pudiera arrepentirme, pero debo decir que muy pocas veces me ha fallado a lo largo de mi vida esa primera impresión.
Todos lo hacemos, juzgamos a las personas por la primera impresión, y para bien o para mal esa primera imagen se hace fuerte y se convierte en el boceto en el que vamos dibujando la persona que poco a poco vamos conociendo luego. Todo sería genial si el dibujo que vamos consiguiendo se parece al boceto que teníamos, si la persona que creímos conocer es la que descubrimos.
Y cuando esto no ocurre nos sentimos defraudados, engañados cuando lo que descubrimos no nos gusta, esa persona deja de interesarnos, es más, a veces incluso por esa sensacion de sentirnos engañados surge incluso un odio irracional. Pero sin embargo, encontrar una persona maravillosa en alguien que pensábamos que no merecía la pena se convierte en todo un descubrimiento que nos llena de alegría. Y todo por esa primera impresión y la falsa apariencia que nos había transmitido en un principio.
Hablo sobre este tema por lo difícil que a veces resulta dibujar a las personas, encontrar cual es el verdadero trazo que tenemos que dar para llegar a descubrir quien es realmente a quien tenemos delante. Incluso una vez que creemos que sabemos como es después de años y años, podemos llegar a ver que solo habíamos dibujado a esa persona por lo que queríamos que fuese más que por lo que era realmente. Y de nuevo nos sentimos engañados.
Hoy puedo decir que la primera impresión que tuve cuando la conocí a ella hace ya cerca de un año, ese primer boceto que hice es exactamente lo que mi instinto me decía. Dibujé a la chica más maravillosa que pude conocer aunque no creo que haya artista en el mundo capaz de plasmar toda su belleza en un papel.
Te quiero muchísimo aunque no te des cuenta.
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