Por esa gran diferencia a la hora de arbitrar en Europa con la que hay en España es la que hace que disfrute de esa clase de justicias que recibe el Barcelona.
Tras el 4-0, ni siquiera Piqué tuvo los huevos de salir a lloriquear por el arbitraje europeo. Y sin embargo, un mes entero duró sus lloriqueos tras los partidos ante Betis, Athletic y Villareal, entre Liga y Copa del Rey.
Y respecto al Real Madrid, no es un mal resultado. Pero que no se fie del Napoles.
Por cierto: ¿Alguien entendió a Maradona tras la comida de directivos? Iba mamadísimo