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No se que os ha parecido el tremendo, directo, y justificable ( incluso para mi en las formas y el tono ) del Pichu Cuellar a un periodista de La Nueva España.
Para el que no conozca la historia, pondré en situación:
En la última jornada de liga antes de este parón liguero, jugaban el Deportivo de la Coruña y el Sporting de Guijón, equipo en el que lleva casi una década como portero Pichu Cuellar.
Llega a A Coruña el autobus del equipo asturiano. Se van bajando los jugadores y el cuerpo técnico, y el periodista al que carga Cuellar toda su rabia graba un video en el que se visualiza al propio Cuellar bajar del autobus y fijar su mirada hacia un punto determinado.
El periodista envia ese video a la redacción de su periódico. Y la edición que se decide dar soobre el video de Cuellar es que había desafiado con la mirada a la afición del Deportivo de la Coruña.
Cuando Picho Cuellar se entera de esta noticia, pide una comperencia en público. Y nada más empezar, pregunta quien es el periodista que ha grabado el video y que lo ha mandado a su periódico, y no se ha preocupado en asegurarse lo que realmente estaba pasando.
Sale el periodista. Y en ese momento... si se tratase de un combate de boxeo, Pichu Cuellar le estuvo castigando el higado en el rincon del Ring durante largos y dolorosos minutos.
Poniendole a parir de un burro, diciendole que era un idiota, que había que ser un hijo de **** para realizar este tipo de noticias.
¿La realidad que el periodista no fue... o tal vez no quiso ver? Pichu Cuellar al único punto que estaba mirando en ese video era al de un aficionado del Deportivo de la Coruña que le estaba dando un ataque epilpetico.
Entonces, la información cambia muchísimo. Demasiado.
Y no acaba ahí la cosa.
La reacción de muchos periodistas ha sido la de: Autocrítica cero. Se ve que ellos no la cagan nunca en su trabajo. Y decir que Cuellar se equivoca en las formas.
Mi opinión es que es justificable las formas y hasta los insultos. No puede ser que durante muchos años los periodistas se hayan acotumbrado a publicar basura y dar opiniones muy polémicas.
¿Qué ha pasado? Que hasta el dia que ha salido Pichu Cuellar a poner al periodismo deportivo de este país en su verdadero sitio, se creían los periodistas que eran como los hombres de Eliot Ness: INTOCABLES.
No creo que después de esta desagradable situación hayan aprendido la lección.
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