La pasada Noche Vieja conocí a un chico con el que ahora estoy saliendo. Tengo 18 años y él 22. Es un chico estupendo y me gusta un montón, igual que a él le encanto yo. Se nota por cómo me mira cuando estamos juntos (ese brillo en los ojos
), por todos los detalles que tiene conmigo, por su sinceridad, por como me respeta y se preocupa por mi y por la gente que me rodea.
No me pidió formalmente que fuera su novia pero consideramos que salimos desde el día 1 de enero ya que desde ese día nos hemos estado viendo día si día no.
En parte nuestra relación ha empezado digamos en el máximo esplendor porque teníamos vacaciones hasta principios de febrero y por eso hemos tenido mucho tiempo a conocernos y hacer planes cada semana.
Esta es la primera relación con la que me he comprometido, antes no había tenido nada serio. Igual que él.
Pese la diferencia de 4 años de edad, tenemos una madurez muy similar y podemos hablar de absolutamente todo sin tapujo alguno. Es algo que nos ha dado una confianza enorme mutuamente en poco tiempo. Es más, al medio mes ya conoció a mi familia y yo a la suya, y no fue nada forzado.
Cada vez que quedamos tenemos mucho tema de conversación y siempre acabamos "liándonos" dulcemente y también apasionadamente.
No me enrollo más y voy a lo que quería ir:
Hace dos semanas fuimos a esquiar dos días, y estuvimos en la misma habitación durmiendo. Ambos padres confían en nosotros dos y nos dejaron quedarnos a dormir juntos en una habitación sola las dos noches. Mi madre me dijo que no fuéramos con prisas, que aun nos estábamos conociendo. Pero pasó lo que pasó, y la primera noche entre caricias y besos, lo hicimos. Fue mi primera vez, nunca he tenido la necesidad ni ganas de perder mi virginidad antes con otros chicos con los que he estado y he tenido la oportunidad. La verdad es que esa noche fue brutal y muy placentera (no dolió nada). Eso sí, obviamente lo hicimos con precaución. Es algo que en ese momento nos apeteció a los dos y que simplemente surgió, y no nos dio vergüenza. La siguiente noche lo volvimos a hacer, igual de genial o mejor que la primera.
El caso es que siempre he pensado que lo que cuesta, gusta. Y por eso tal vez me he precipitado en este sentido al hacerlo con él. Que las prisas en una relación a veces son traicioneras y llevan al cansancio o a perder el interés.
Sin embargo no es el tipo de chico tira cañas que va de flor en flor, sino que es bastante reservado con la gente que no conoce demasiado, y conmigo se ha abierto desde un buen principio. Compaginamos mucho nuestra forma de ser. Hemos hablado de si íbamos demasiado rápido y los dos pensamos que tenemos que disfrutar del momento y hacer lo que nos apetezca conjuntamente siempre con consentimiento mutuo, pues los dos ya tenemos una edad para decidir lo que de verdad es bueno y queremos en nuestra vida.
Tal y como leí una vez, una buena relación se basa en una amistad con momentos eróticos.
Se que esto viene a cada persona cuando toca, cuando se sienta a gusto, y que no se puede hacer una "media" de cuando deberías tomar la decisión de tener relaciones con tu pareja, Y (no me gusta comparar) que muchas de mis amigas no hubieran dado este paso y otras incluso lo habrían dado antes.
Que opinais?
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