En efecto, el no puedo evitarlo, la mayoría de veces es "no quiero evitarlo", así nos va en la actualidad, no sólo en el amor, sino en todos los ámbitos de la sociedad. De la misma forma que quien no puede evitar sus impulsos no es conveniente que se le dé un puesto de responsabilidad donde se maneje o esté presente mucho dinero, también, quien no puede controlar sus hormonas, es mejor que no se case, y conviva toda la vida con follamigos
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