Desde luego que por un simple resfriado recibamos atención excesiva por parte de la familia, dice muy poco de nuestra madurez y autonomía. En este país tenemos la costumbre de prestar atención excesiva a un familiar, aunque tenga más de 40 años, edad en la que se supone que se es, no ya adulto, sino un señor o una señora, que es más todavía que ser adulto
Pero vista la tendencia de los últimos tiempos, en los que se tarda muchísimo en madurar, ya nada me sorprende. Los países mediterráneos, por lo general, y más en su parte sur, son ya demasiado "familiares", que tiene su parte positiva, pero también sus inconvenientes, por ejemplo la falta de madurez en los supuestamente adultos a quienes se trata como niños. Un contraste brutal con los países fríos, caso de los escandinavos. Un sueco o un danés, desde los 18 años vive completamente independiente y las enfermedades comunes se las cura él solito, sin la ayuda de papá y mamá, tan solo la del médico y su misma responsabilidad y punto y final
Otra cosa distinta es que por desgracia surja una enfermedad complicada. Ahí sí es obvio que la familia preste atención en todos los sentidos y se vuelque con su familiar
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