|
Hola a todos,
Hace 2 meses que escribo en este foro. Hasta ahora he hablado sobre sensaciones y pensamientos que he ido experimentando durante este tiempo con breves aclaratorios para que pudierais comprenderme. Sin embargo nunca os he contado mi historia en un post (a algún forero en privado sí) y como he ido mejorando poco a poco de la mano de todos vosotros, quiero que la conozcáis. Para los que no lo sepáis, ésta es una historia entre dos chicos.
Todo empezó hace 3 años. Por aquel entonces yo trabajaba y mi pareja estaba terminando la universidad. Él tenía un grupo reducido de amistades y en poco tiempo me convertí en alguien importante en su vida y viceversa. Era atento, cariñoso, detallista y me hacía sentir que yo era importante para él a la vez que me daba confianza, tranquilidad y estabilidad.
Durante el siguiente año y medio todo fue bien hasta que un buen día las cosas empezaron a torcerse. Todo comenzó con el intento de ampliar su círculo de amistades con otros chicos (hasta ese momento muy reducido y casi todo chicas). Este hecho en sí no tenía nada de malo si no fuera por la forma de intentar conseguirlo.
Desde aquel día empezó a relacionarse con gente que nunca supe de donde había salido y a la que nunca me quería presentar alegando que él también necesitaba su espacio, lo cual yo veía correcto porque yo también necesitaba el mío pero sin embargo él sí conocía a todos mis amigos. Poco a poco empecé a sentirme apartado de sus planes y de su vida al ver que yo pasaba a un segundo plano por lo que llegaron las broncas, las peleas y la desconfianza por mi parte.
Evidentemente él lo único que hacía era hacerse la víctima acusándome de celoso, paranoico, intransigente (según él yo no le dejaba relacionarse con nadie) y demás lindezas además de hacerse el ofendido. ¡Hace falta tener cara dura! Su capacidad manipuladora y de dar la vuelta a las cosas era tal, que yo muchas veces optaba por darle la razón por no escuchar sus argumentos de niño pequeño.
A esto hay que sumarle una Blackberry permanentemente parpadeando y que un buen día y sin motivo apareció con contraseña, fotos de chicos que yo no conocía en su móvil (antes de que le pusiese la contraseña) que justificó diciendo que eran "los ligues de sus amigos", cada vez mayor desinterés por hacer cosas juntos y la guinda del pastel que marcó el principio del fin. Esa "guinda" consistió en que una noche en un bar tomando algo con unos conocidos, él se fue al baño. A los 2 minutos algo me dijo que fuese a controlar y cuál fue mi sorpresa que de repente se abrió uno de los wc y salió de dentro con otro tío. Os ahorraré el numerito que os podéis imaginar que se montó y los días posteriores. Simplemente os diré que decidí perdonarlo (gran error) tras suplicas y promesas de rodillas de que allí dentro no había ocurrido nada y que le perdonase.
Tras un mes y pico de calma las situaciones "extrañas" no dejaban de sucederse. Él era una persona que vivía enganchado al tlf y había días (y noches) que misteriosamente no contestaba a las llamadas ni al whatsapp durante horas y horas con justificaciones posteriores poco creíbles y que apenas se tenían en pie (no entro en detalles porque os aburriría pero creedme que algunas eran de chiste), de repente empezaron a haber un montón de cumpleaños y celebraciones en las que yo "no pintaba nada", etc. Quienes hayáis pasado por algo así sabéis a qué tipo de excusas me refiero.
Durante los últimos meses de la relación comenzó a evitarme también sexualmente, momento en el cual, POR FIN, abrí los ojos y comprendí que la relación se había terminado. Desde ese momento hasta que la relación terminó oficialmente pasaron 3 meses. Os preguntaréis porqué tardé tanto. El motivo son un cúmulo de circunstancias. Es una mezcla de no verte capaz, de no terminar de creer que esto te pueda esta ocurriendo a tí y una estúpida esperanza de que un buen día por arte de magia la cosa mejore.
Las 2 últimas semanas de relación y dada su actitud de indiferencia y pasotismo opté por hacer la prueba de no llamarle por lo que la comunicación se limitaba a un par de whatsapp diarios(para que os imaginéis al punto de deterioro al que se llegó). La última noche como pareja le avisé de que saldría a tomar algo con mis amigos especificándole zona y hora, a lo cual respondió que muy bien. Cuál fue mi sorpresa cuando al cabo de unas horas me lo encuentro de frente en la misma zona rodeado por un grupo de tíos a los que yo no conocía de nada. Le dije que al día siguiente hablaríamos pero ya no hubo oportunidad. Por la mañana ya no contestaba al teléfono. Le anuncié por whatsapp que iba hacia su casa para hablar con él y me contestó diciendo que no estaba allí. No fui capaz de que contestase mis llamadas y no sabía dónde estaba para poder ir por lo que tras casi 3 años de relación y de tanto comportido y sufrido, me vi obligado a tener que dejarle por el p*** whatsapp. Reconozco que me avergüenzo pero no me dejó otra opción al salir huyendo sin dar la cara.
Me quedé hecho polvo como os podéis imaginar. Ése era al parecer todo lo que yo me merecía después de 3 años, 3 justificaciones mal dadas y falsas por una conversación de whatsapp. Sin comentarios...La única pregunta que aún me sigo haciendo y para la que no encuentro respuesta es porqué no me dejaba él.
A los 3 meses de contacto cero me lo encontré una noche en una discoteca con el mismo tío con el que le pillé en el wc. Os podéis imaginar todo lo que se me removió por dentro y las mil hipótesis (a cada cual más dolorosa) que empecé a barajar- No sé si con derecho o sin él pero a los pocos días me puse en contacto con él con la excusa de pedirle las llaves de mi casa y un portátil que nunca llegó a devolverme y aproveché para llamarle todo lo habido y por haber. No serviría de nada, ya lo sé, pero al menos me quedé aliviado y no me quedé toda esa mierda dentro. Le dije cosas horribles que todavía hoy, casi 3 meses después y en frío continúo manteniendo.
Después de todo esto aún ha tenido la cara de escribirme un sms (está bloqueado de todo lo que he podido bloquearle) para pedirme un favor y a cual ni le he respondido.
Han pasado ya casi 6 meses desde que todo se terminó. Nunca tuve pruebas en la mano con las que rebatir sus mentiras ni sé si la verdad es la que yo me imagino o es más dura aún pero lo he pasado muy mal, he adelgazado casi 10 kg, mi autoestima se desplomó junto con mi estado anímico y mi sexualidad pero a pesar de todo esto creo que mi vida hoy es mejor que antes. Ya nadie me falta al respeto ni se ríe de mí. Se terminaron las noches pensando dónde estaría, las falsas excusas y la desconfianza. Y lo mejor de todo es que yo empiezo a tener ganas de vivir de nuevo. Comienzo a tener ilusión por hacer cosas, por divertirme y hasta de ligar aunque eso sí, no quiero saber nada de parejas por un tiempo.
No os lo he contado para dar pena ni para hacerme el mártir porque no lo soy. Sencillamente soy uno más de los muchos que se han topado con un indeseable que les ha jodido. Os lo he contado para sacarla de dentro y ver qué sentía al hacerlo. Espero que quien se haya visto identificado ahora se sienta menos mal al saber que no es el único al que le pasan estas cosas.
Un saludo a todos.
|
Mode Lineal
