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Hay dos formas de abordar este tema:
1-El derecho a la vida, la libertad y la igualdad es universal, asi como la busqueda de la felicidad, nosotros, como seres humanos conscientes y de buenas intenciones, tenemos el deber moral de garantizar dichos derechos a todo ser humano, sin importar su procedencia, religión, nivel económico, sexo u otros factores. Hay que salvar al mundo, a TODO el mundo, sin importar el precio ni las consecuencias. Así que hay que darle de forma gratuita e inmediata cualquier servicio o ayuda a quien la necesite y cruce nuestras fronteras, por pura bondad humana basada en el convencimiento.
2-Lo que tenemos nosotros, lo tenemos porque se lo hemos arrebatado a otros. El mundo es depredador, cruel, caníbal incluso. Nos permitimos lujos de todo tipo a costa del sudor y la miseria de naciones menos desarrolladas económicamente. No hay vuelta atrás, porque cualquiera que venga de dichas naciones viene a arrebatarnos lo que ahora poseemos, así que debemos defender nuestras fronteras, nuestra forma de vida, y nuestras libertades a rajatabla, sin mirar atrás, por pura supervivencia, evitando todo miramiento. El hombre es un lobo para el hombre, y siempre es mejor ser cazador que presa.
La realidad cae entre estos dos puntos.
Y cada uno de nosotros tiene una visión personal al respecto, permeada por su educación, sus experiencias, la manipulación mediática, su ideología política, su religión, y muchos filtros más. En este caso hay muchas verdades, pero también muchas mentiras.
Mi verdad y mi mentira son muy sencillas. Los culpables últimos de todas estas tragedias somos nosotros.
Nosotros votamos y elegimos a nuestros líderes, los cuales aprueban las leyes que impiden el paso libre de gente por nuestras fronteras. Nosotros ordenamos a nuestras fuerzas de seguridad el deportar, perseguir y cazar a cualquiera que según nuestras leyes consideramos “ilegal”. Nosotros somos los que compramos a bajo precio, los que expoliamos, los que nos permitimos lujos inimaginables para quien no tiene que comer. Nosotros somos los que encendemos un IPOD para oír música mientras en otras partes la gente muere de disentería por falta de agua potable. Nosotros somos los que nos horrorizamos por la muerte de inmigrantes en nuestras costas mientras bostezamos con el último estreno de Hollywood.
Nosotros somos los que hemos decidido este holocausto, y los que lo ratificamos cada vez que hay elecciones, con aquiescencia cómplice e indiferencia culpable.
Al final, se trata de simples cuestiones prácticas. El “nosotros” es algo en lo que decidimos no incluirnos para poder seguir aceptando nuestra realidad. No podemos cambiar las cosas como individuos, no podemos salvar al mundo solos. Y o bien nos mentimos un día más para soportar nuestro reflejo, o nos volvemos cínicos ante el mundo y aceptamos una realidad monstruosa. O mejor aún…elegimos cabezas de turco para evadir nuestra culpa colectiva.
Porque es siempre más fácil que cambiar las cosas. O por qué no decirlo? Porque nos va muy bien así.
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Modo Híbrido
