Buenas tardes,
Le solicito a Vd. la devolución de algunos de mis objetos, sitos en su propiedad, preferentemente una calculadora científica marca Casio, puesto que la que me compré, muy posterior a la ruptura del acuerdo mutuo, no es válida en los exámenes, pues es programable.
Lo que ahí tiene Vd. guardado en una caja, o calzando una mesa (quién sabe) es una baratija de ocho euros comprada en un Radio-Bazar, aquel día, en el que me vine arriba y adquirí un disco regrabado de Daft Punk, en el top-manta. Acopio de electrónica de consumo. Acuérdese, buena señora.
Agradezco una diligente respuesta. Por favor, téngame presente en sus oraciones. Le saluda atentamente J. R.
|