Por supuesto que es posible la amistad entre un hombre y una mujer. Frente a cualquier distinción de género, somos por encima de todo personas y, como tales, proclives a crear amistad con otros congéneres, sean hombres, mujeres, blancos, negros, judíos o musulmanes.
Otra cosa es que puedan surgir sentimientos amorosos a raíz de una amistad iniciada, que obviamente es algo factible, ya que somos humanos y no podemos controlar nuestras emociones así como así. Eso es algo, por tanto, que puede pasar, del mismo modo que puede no pasar. Pero no creo que el “miedo” (nótese que lo pongo entre comillas) a poder enamorarse deba actuar como freno a la hora de dar comienzo o mantener una amistad. A mi juicio sería triste y también absurdo. Por decirlo de algún modo, sería como el que nunca quiere salir de casa o coger un coche por miedo a sufrir un accidente.
|