No seré yo quien desprecie a hombres y mujeres que llegados a cierta edad madura siguen vírgenes, no se les conozcan relaciones y algun@s acaben "oyendo la llamada de la fé". Es una decisión y como tal, respetable. Otra cosa distinta es si la situación ha sido buscada voluntariamente o nace como resultado de situaciones y actitudes personales penosas y poco sanas.
Si he observado en algunos casos que conozco y que algunos han mencionado en sus respuestas ciertas coincidencias, vivir en un entorno familiar protegido, en esa especie de burbuja que llegada la edad adulta desaparece y en estos casos se mantiene. Extrema timidez, temas religiosos, carácter peculiar, ciertos complejos, ambiguedad sexual no resuelta, rechazo total al sexo, o etc.. Resumiendo, nacen más fruto de problemas que de virtudes. Quizás de estos temas viene ese conocido refrán " hacer de la necesidad...virtud".
Se menciona que mujeres de 50 y 60 aňos vuelven a tener pareja después de una separación, divorcio o muerte de su anterior cónyuge. Si, sucede cada día pero estamos hablando de personas que han tenido uno, varios o muchos episodios de convivencia, sexo, hijos, en resumidas cuentas, etapas vitales y no pueden ser comparables con el tipo de mujer del que estamos hablando.
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