Cita:
Iniciado por Jalex
Me hiciste recordar a unos vecinos que tengo.... la esposa está harta de su marido... cuando empezaron ella tenía 20 y él 35, ahora ella tiene 60 y él 75... y es que ella puede salir y está en plenitud aún y no puede hacer nada porque el marido ya tiene otro tipo de necesidades (lo trató bastante mal la edad).
¿Qué harás cuando tengas 30 y él 66 o cuando él tenga 76 y tú 40? ahí la edad va a pesar todavía más....
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A ver, cada relación y cada persona es diferente. Mi relación creo que ya la he explicado en este foro por activa y por pasiva (estoy registrada desde el 2007, a los pocos meses de empezar con él y, fijate tú, a estas alturas aún sigo con él) por lo que no quisiera reiterarme ni extenderme demasiado.
El caso que mencionas es bastante diferente al mío pero no voy a entrar en profundidad ya que eres tú quien está hablando por boca de ella y ello puede distorsionar un poco la historia (que no conozcas todos los detalles ni lo que siente o piensa ella realmente).
Yo soy consciente de que la diferencia de edad, en mi caso, es bastante considerable (como digo, para mí, 8 o 15 años me parece una diferencia irrisoria) pero ello no impide hacer feliz a dos personas que se aman y se respetan. Y en este sentido lo tengo claro: mientras nos amemos y nos respetemos, seguiré adelante con esta relación.
A mí nunca me ha gustado hacer sumas, eso de... cuando yo tenga 40, él tendrá 76 puesto que en realidad creo que son intrancesdentes. Lo que importa no es tener 20, 40 o 60 años sino la forma de vivirlos. Una persona puede ser vital siempre, si bien su físico a ciertas edades puede no permitirselo sí puede serlo de espíritu; mientras que otra persona puede "estar apagada" incluso ya en la adolescencia. Al fin y al cabo todo se resume en cómo es cada persona.
Por último creo que está bien y es necesario plantearse el futuro que pueden tener este tipo de relaciones con tanta diferencia de edad, que uno ha de ser consciente de las posibles consecuencias que puede tener (aunque ser consciente, saber que "están ahí" no es lo mismo que vivirlas y muchas veces hasta que no te toca en primera persona no te das cuenta de la magnitud real) pero que, sea lo que sea lo que nos depare la vida, uno nunca se ha de arrepentir de haber tomado una decisión que en su momento le hacía feliz y mientras la relación que se mantenga, complicada per se, te haga feliz se ha de seguir apostando por ella recorriendo a la par el mismo camino, a pesar de los obstáculos y a pesar de no ver un horizonte claro que no nos deja disfrutar del paisaje que tenemos a ambos lados del camino.
Por ello es que mientras esta relación me haga feliz, seguiré luchando por ella y estando orgullosa de lo que decidí en su momento.