Pues eso, dentro de 2 semanas me cruzaré sí o sí y durante varios días con mi ex dado que compartimos actividades en la misma institución. Imposible evitarlo. Estoy aplicando el contacto cero desde que me dejó hace mes y medio.
Me abandonó aplicando lo que denomino "técnica del distanciamiento paulatino" (primero espaciar los encuentros, luego evitar encuentros excusándose con "compromisos" y finalmente no responder un par de llamados en los que intenté reflotar lo que sabía se había hundido hace tiempo...). Sigo molesto por esa actitud cobarde, despectiva e insensible tras 8 meses de relación. De ser por mi no la saludaría, no la miraría y seguiría de largo "contemplando el horizonte" (y no a ella) cuando nos topemos, pero tengo entendido que dicha actitud denota resentimiento, lo que equivale a "darle importancia"...no pretendo otorgarle ese gusto.
Según he leido se sugiere que lo mejor es saludarla con frialdad como si de cualquier conocido irrelevante se tratase, pero es que no soy "buen actor" y temo comenter errores (no articular bien las frases, preguntarle tonterías tipo "¿cómo has estado?", ponerme nervioso y tenso, etc.) que dejen en evidencia que aún pienso en ella y mucho.
Es una persona carente de empatía e intransigente, de esas que pasan página en cuestión de 2 días y consideran a todo el mundo "reemplazable" porque se creen lo máximo. Su éxito laboral y amplia vida social (llena de opciones) ayudan a que se conduzca de ese modo con la gente y a que su ego esté por las nubes. Sobra aclarar que nunca me contactó nuevamente y que las chances de que no regrese conmigo son de 99.9%. Ya lo asumí; no busco un regreso.
¿Qué recomiendan? Por lo pronto me decanto por la indiferencia más cruda y dura, porque es lo que siento y lo que mejor me saldrá...
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