¡Vaya Epicura!, te pasa exactamente lo mismo que a mi, asi que, al menos, puedes contarme tus penas por aqui... y seguro que no soy el único dispuesto a escucharlas. La verdad es que la melancolía, el desencanto, las lágrimas... son enemigos feroces que se hacen chiquititos ante el poder de una buena sonrisa, el calor de un abrazo amigo o la confianza en un mañana que siempre termina por venir porque, ¿sabes? Todavia sigue amaneciendo gratis...
Un beso
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