Bueno, llevamos así desde marzo.
Aunque ella ocupara porciones ingentes de mis pensamientos desde más de un año, cuando empezamos a trabajar tanto tiempo juntos.
Aunque siempre me gustó, incluso en esos casos, no me preocupaba, me consideraba inmune. Pero un día, por marzo, ocurrió algo que hizo desprenderse el alud, como si todo el afecto acumulado de tanto tiempo se mostrara de golpe. Nos enfadamos, nos pusimos tristes durante días, era un poema ver su cara. Y un día después de un "tenemos que hablar", nos reconciliamos, nos dijimos lo que sentíamos el uno por el otro... a partir de ahí, los dos estamos casados y con hijos, intentamos mantenernos, como si no pasara nada. Pero ya nada fue igual.
Y poco a poco hemos ido cediendo, hablándonos cada vez más al corazón.
Pero ojo, no nos hemos declarado definitivamente. Pero ya son demasiados detalles. De hecho ya ultimamente nos estamos precipitando cuesta abajo. Si yo al principio me puse un límite "físico" , el de no tocarle ni un cabello, y bien que se me ha encogido el corazón tantas veces por respetarlo, ese límite lo estamos traspasando. Nos agarramos, nos tocamos, como dos adolescentes.
En fin.
Zentauro
|