Vaya, lamento que terminara vuestra relación, con lo feliz y enamorada que parecías...
Desde luego la atracción y el deseo por la pareja no debería finiquitarse. Eso sí, los besos apasionados, tras tantos años, suelen reducirse a piquitos (personalmente los detesto), no obstante, si ya sólo quedaba eso... mal asunto compañera.
Supongo que habréis luchado por mantener la unión a flote, tratando de esforzaros por salvar todo ingrediente indispensable... ¿Fue mucho tiempo de monotonía? A veces creemos que las relaciones se sustentan en una especie de magia del inicio, nos olvidamos que según pasa el tiempo se pierde esa frescura, novedad, coqueteos... dando paso a la comodidad máxima si la cosa prospera bien, etapa peligrosilla.
Quizás no estábais en un mal punto, tal vez fue el dejarse arrastrar por la sensación de 'todo está hecho' el principal problema. Siempre pienso que es justo en esos momentos cuando empieza verdaderamente a asentarse una relación. Una vez que os conocéis de sobra viene lo difícil, perder las ganas de conquistar y ser coquetos, quedando sólo el compañerismo, suele ser un costoso error.
Ánimo compañera, no dejes de aullar