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Hola,
Escribo aquí para desahogarme, buscar consejo u opiniones distintas para poder ver la realidad con una mayor objetividad.
Soy un chico recientemente separado después de muchos años estar con la misma chica.
Por desgaste, pérdida de pasión, y varias cosas más, hace unos meses (antes de separarme) me inscribí en Tinder y conocí a una chica con la que estuve hablando durante unas cuantas semanas y con la que a priori hablábamos de concretar únicamente una cita sexual y nada más. Le fui dando largas a la proposición de quedar, con el añadido de haber cometido el error de no haber sido transparente con mi situación desde un principio (obvié que estaba casado), pero me insistió una y otra vez en vernos y al final cedí.
Ocurrió lo impensable, conectar de forma espectacular en la primera cita (tomamos algo) e ir viéndonos esporádicamente días después: un café, un paseo, una cena, etc y que con las semanas naciera un vínculo emocional entre ambos.
Obviamente tuve que buscarme una historia de esas para no dormir para alargar la situación y evitar quedar los fines de semana, noches, llamadas telefónicas a según qué horas, etc..
Es una chica con un carácter y una personalidad fortísimos. Desde un principio mi mentira “coló”, pero ella me avisó pocas citas después que mi situación no le interesaba demasiado, que quería tiempo y yo no se lo proporcionaba.
Como se había creado una tensión sexual entre nosotros, tuvimos finalmente un encuentro de este tipo. Ese mismo día me avisó que necesitaba dedicación por mi parte, que estábamos empezando algo y ya no iba bien. Fue un último aviso.
Poco después ella empezó a “desconectar”, a hablar menos y en ese momento me di cuenta que estaba muy enganchado mientras ella se alejaba poco a poco. Nos vimos una última vez y percibí su frialdad y distanciamiento hacia mí.
Al cabo de unos días le dije de vernos nuevamente, que necesitaba contarle algo. Noté que se ponía nerviosa y me rehuía. Quería hacer una confesión en persona aun desconociendo cómo iba a reaccionar. Si ya mi actuación había sido lamentable, creía que confesar por whatsap todavía resultaría más patético, de ahí mi insistencia. No accedió y finalmente se lo conté por escrito. Su reacción fue la esperada: incredulidad, rabia y finalmente el silencio más absoluto.
Le expliqué el por qué pero ya no obtuve respuesta. Al cabo de unos días la escribí y mandé una carta junto a unas flores detallándolo todo, desde mi situación, a mis sentimientos por ella, aunque no le dije que me había enamorado. Pero nuevamente, y no esperaba otra cosa ni mucho menos, la respuesta fue un silencio ensordecedor.
Los dos meses siguientes los pasé en silencio, pasando un infierno interior, devastado emocionalmente y sin tener noticias de ella ni mucho menos y sin decirle una sola palabra.
Estoy mucho mejor y ha desaparecido el dolor, pero sigo evocándola, recordándola cada día en algún momento. Hace un par de semanas la escribí y su respuesta fue que no lo hiciera más. Es obvio que no le intereso, que está herida y que no me lo perdona. Pero hay algo dentro de mí, un intangible que no me deja tranquilo ni cerrar esta etapa.
Sé que no tengo nada que hacer, pero hay días o momentos que me asaltan las dudas de si esperar y volver a contactar con ella de alguna forma, o ser fuerte e interiorizar que fueron dos meses bonitos a la par que estresantes emocionalmente, y que también existe un factor de idealización, por la situación en que me encontraba yo en mi matrimonio y cerrar para siempre esta etapa. Soy consciente que lo mejor sería olvidarme definitivamente, pero me está resultando muy complicado.
Gracias!
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