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No elegimos a la persona de la cual nos enamoramos. Sin embargo, sí estamos en condiciones de decidir, llegado el caso, si actuamos en consecuencia o no. Si te has enamorado de un hombre casado, tú sola puedes saber qué es lo mejor para ti: si intentar involucrarte o tratar de dejar este sentimiento atrás. Evalúa bien tus opciones antes de tomar ninguna decisión. Lamentablemente, no existe ninguna solución perfecta, pero puedes procurar encontrar la que te dé menos dolor y te haga sentir mejor contigo misma.
¿Actúo o no actúo?
Si él no sabe lo que sientes, aún estás a tiempo de dejar el sentimiento atrás (por más que cueste y te resulte doloroso). Si no es una persona de tu círculo más cercano –por ejemplo, si es amigo de un amigo- intenta tomar distancia de él y no volver a verlo por un tiempo. Esto, claro, se complica si se trata de un compañero de trabajo al cual ves a diario en la oficina. De todas maneras, distánciate todo lo que puedas: no vayas con él a almorzar ni a tomar algo después del trabajo, aunque estén acompañados por otras personas. Y procura salir mucho con tus amigas. Haz planes divertidos, pídeles que te presenten a otros candidatos (en lo posible, solteros, ¿verdad?).
Si decides actuar, recuerda que puedes recibir un rechazo rotundo de su parte. Si está en un matrimonio feliz o si, al menos, se ha propuesto serle fiel a su esposa, tus intentos por seducirlo resultarán infructuosos. Por lo tanto, procura al menos no ser demasiado obvia hasta que no descubras si te corresponde o, por el contrario, no quiere saber nada de ti.
OK: decidí actuar. ¿Qué puedo hacer?
No eres ninguna tonta: al poco tiempo de echarle miradas y lanzar indirectas, estarás en condiciones de saber si quiere involucrarse contigo o no. Pero, ¿a qué nivel? Si lo que estás buscando es una noche de pasión, lo más probable es que la consigas. Pero si de verdad estás enamorada y quieres entablar un vínculo, sabrás que el hecho de que él esté casado limita muchísimo tus opciones. ¿Te conformarías con verlo únicamente de a ratos, a escondidas, y no poder compartir una reunión en público ni un fin de semana? ¿Aguantarás ser siempre la tercera en discordia?
Si has decidido que no es así, puedes averiguar cómo está su matrimonio. Habla con él, y escucha tanto lo que te dice como las señales inconscientes. Si lleva una foto de su mujer en la billetera, observa si es reciente o antigua. ¿Está con ella sólo por costumbre, por miedo a dejar a sus hijos, o por amor? ¿Juguetea con el anillo de casado al hablar contigo o, mejor aún, se lo saca? Si su matrimonio hace largo tiempo que está en crisis y él venía fantaseando con separarse, tal vez enamorarse de ti lo haga decidirse de una vez por todas.
Él no piensa dejar a su mujer. ¿Y ahora?
Ahora, puede pasar que ni se le cruce por la mente dejar a su mujer, y te proponga ser su amante. En ti está la decisión. Según cuán profundos sean tus sentimientos hacia él, puedes optar por quedarte a su lado o no. Recuerda que es muy probable que más de una persona termine lastimada si decides involucrarte con un hombre casado. Y con toda probabilidad, la que más termine sufriendo seas tú.
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