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Antiguo 05-Aug-2023  
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Libro: "Nuestra América".

"A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás"
Éste me parece el problema más importante que señala Martí en su obra. Pues si no limitamos su empleo del concepto "tierra" a ideas como "país" o "patria", entonces hallamos el foco medular de aquellos asuntos que recorre en el fragmento de su texto. Los pueblos fueron aquellos que tenían un arraigo a sus territorios, tenían sus propios lenguajes de lo que es el bien y el mal, y poco o nada sabían de los valores de los pueblo vecinos; porque saber no es un mero acto cartesiano, sino toda una práctica en vida. El Estado que aparece luego del Renacimiento, no es el mismo que podía ser conjurado todo el tiempo por culturas anteriores, sino que es la muerte de los pueblos, es el que se hace pasar por pueblo para desarmarlos de todo arraigo a la tierra; los desterritorializa, depurándolos en valores que cuadren a sus decodificaciones europeas.

"Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador" (p. 135). Pero no hay creación dentro de las axiomáticas estatales; los países deben tener himnos y banderas, y así dentro de los países los pueblos son aquellos que no caben en esas abstracciones de un pensamiento mágico sin encanto, pero también molestan al gobernante, hasta que tarde o temprano son aniquilados o asimilados a los códigos del Estado, y por ende del Mercado. Por lo que donde todavía hay pueblo, éste no comprende tal fenómeno de perpetuidad institucional sin mecanismos de conjura para su conatus, sino como un benefactor del capitalismo tardío, o sea, un devorador de todo lo que favorezca otros modos de existencia, de los que no admitan anexiones a la episteme capitalística.

Entonces quienes no tienen valor, se lo niegan a los demás; el Estado atrae a los demasiados, es decir, a lo superfluo. Los antagonismos son impedidos de enfrentarse mientras esté mediando esta deidad de rebaños, pues ha estructurado instituciones incuestionables como lo es la policía y el ejército, listos para impedir todo mecanismo de conjura, toda novedad política.

Martí en el libro sugerido aboga por un nacionalismo o regionalismo latinoamericano, pues él está situado en un contexto de expansión imperialista de EEUU. El autor comienza con “las sociedades en contacto” donde se opone a las políticas estadounidenses, pensando el cómo queremos ser ahora que nos estamos independizando del colonialismo. En el capítulo sobre las relaciones de poder, desarrolla la amenaza que representa EEUU como saqueador de recursos en latinoamérica.

Entonces, siguiendo por esa línea, su idea es crear un sentimiento de unidad y solidaridad contra el asecho -en principio- estadounidense. Pero su punto de partida es del mero acto enunciativo en el capítulo señalado: que no se peleen los hermanos latinoamericanos por cosas chicas puesto a que hay un gigante que los azota con su bota a todos ellos, y, ¿no es acaso esa bota nutrida por millones de latinoamericanos producidos en nuestros países vecinos aplaudiendo su poder? No veo la división que él nos ofrece, sino más bien dentro de LATAM tenemos a las masas “arrancándose la cabeza” entre sí por puestos de trabajo que son migajas ¿Entonces, cómo es ese concepto universal de “latinoamericanos” que propone Martí? Por lo pronto es metafísica o al menos idealista, suena lindo en el discurso porque justamente se saltea las complejidades cotidianas de lo que pueda significar “ser latinoamericano”:

Martí habla desde allí de un imperialismo que existe por fuera de ese nosotros “los aldeanos”, cuando el imperialismo es la forma misma que constituye cada país americano. Dicho ésto, ya no es difícil entender que esos latinoamericanos que no pueden unirse a la lucha por creerse madrileños o sencillamente europeos, no se diferencian en nada de cualquier otro ciudadano de la región compitiendo por su puesto de trabajo (sea o no por supervivencia).

Sí, el autor habla de los que se avergüenzan de sus contextos latinoamericanos, pero, yo añado su renegar del imperialismo que fabrica a los latinoamericanos patriotas, incluyendo a los que no abandonarían su país. Una complejidad con la que Martí no puede lidiar, que necesita -siguiendo su metáfora- expulsar gente en barcos, como si esa gente no fuera en primer lugar producida por sus naciones y patrias latinoamericanas.

Además se aferra a eventos donde lucharon indígenas como para decir que éstos querían crear una patria o un país; la europea costumbre de acomodar a las culturas dañadas a sus narrativas nacionalistas o patrióticas. Y pregunta “quién es el hombre?” detestando a los que lucharían con fusil en mano para EEUU pero no por su patria; por lo que yo me pregunto: ¿no son justamente los países latinoamericanos los que ponen soldados para favorecer a las tropas de EEUU? ¿o qué son los soldados uruguayos en el Congo, violando personas en varias formas? Martí trata de dividir a los buenos latinoamericanos de los malos, pero en el proceso niega el imperialismo que ama el latinoamericano promedio, y ese de quien habla no es otro que -pertenezca al partido que pertenezca- uno a favor de la erradicación indígena, como hemos visto en Brasil, Argentina, Chile, entre otros, desde la época del autor hasta nuestros tiempos.

Torciendo las palabras del autor, se le podría responder a su texto:
Con una frase de Martí no se desestanca la sangre cuajada de la raza india.

Sí, hace un llamado a pelear como hombres en masas mudas de indios, pero desde el formato república: Un oxímoron, como cuando en Montevideo hay académicos hablando de instituciones rizomáticas.
Repúblicas europeas han puesto repúblicas en América justamente para que nunca puedan descodificarse de su servidumbre maquínica; en otras palabras, no se puede combatir al enemigo siendo el enemigo. Por lo que diciendo ésto, hago énfasis en su oposición entre “falsa erudición y la naturaleza”, donde si me apego a su metáfora, él batalla contra la supuesta naturaleza que define; aun así prefiero sencillamente remarcar el sesgo dicotómico a modo de esclarecer lo que ya he venido desarrollando.

¿Qué se imagina cada uno ante la palabra “latinoamericanos”? Probablemente algo que nada se parece a lo que imaginaba Martí, e incluso entre participantes, la imagen que se les viene a la cabeza difiere; el signo es equívoco.
¿Latinoamericanos quiénes? Si el genocida Boric es latinoamericano, y un mapuche es latinoamericano, entonces estamos frente a una palabra que no tiene importancia, no más que la palabra “árbol” cuando no nos interesa si es un pino o un roble.

Saluù
 
Antiguo 11-Aug-2023  
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Me gustaría aportar este video pues suministra información complementaria para todo aquel que desee indagar en la obra Nuestra América. Además, allí se hace una lectura bastante aproximada de lo que el forero Perh indica en este hilo. Puede servir en todo caso para expandir la discusión, o incluir alguna observación al respecto.

https://m.youtube.com/watch?v=MoA3-0...BoaW1ubw%3D%3D

 
Antiguo 12-Sep-2023  
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He notado las coincidencias entre el pensamiento de Martí con los hegelianos actuales, por lo que añadiremos la lectura que hacía Hegel respecto del tópico que anexé:

Hegel no se adentró siquiera a comprender los criterios indigenas, por lo que reproduce un discurso acorde a los moldes del hombre blanco europeo, en tono intelectual. Atrapado en dispositivos de selección, subsunción, exclusión y exterminio, sus observaciones están ancladas en las categorías de lo Uno, lo Mismo o la Identidad. Su sesgo me recuerdó a un texto de Deleuze, que pone en evidencia la mentalidad de Hegel:

"¿Quién puede mantener o gestionar la miseria, y la desterritorialización-reterritorialización del chabolismo,
salvo unos policías y unos ejércitos poderosos que coexisten con las democracias?
¿Qué social democracia no ha dado la orden de disparar cuando la miseria sale de su territorio o su guetto?
Los derechos no salvan a los hombres, ni a una filosofía que se reterritorializa en el Estado democrático"

Deleuze, ¿Qué es la filosofía?, Anagrama, Barcelona, 1980, p. 109

Donde los aimaras podían decir que blanco + negro = a blanco y negro y gris (ch'ixi), los hegelianos sólo pudieron decir que el gris es una síntesis del blanco y el negro. Los segundos tienen un Logos-Verbo que les imposibilita leer intensidades, es decir, el devenir detrás de sus rígidos conceptos; esta forma de logos es capaz de sintetizar todo cuerpo vivo a una materia prima de donde es necesario luego extraer un plusvalor y un trabajo útil.
Hegel niega la singularidad y la potencia del hecho diferencial que late en el interior de la filosofía.

Respecto al supuesto ''país del porvenir'' de Hegel, existe la refutación de Clastres a esa perspectiva colonialista...
En su obra "Investigaciones en antropología política", Clastres tiene un capítulo ("Mitos y ritos de los indios de América del Sur") donde echa por tierra esa idea de progreso que varios podrían extraer del discurso hegeliano.
Se aprecia en los párrafos donde muestra la simbiosis cultural que tenían las tribus, donde sus lenguas no impedían la comunicación; haciéndose el autor un énfasis en la cultura tupí-guaraní, quienes podían entenderse y conjuraban los dispositivos estatales con las relaciones de constante guerra a la par de las condiciones de abundancia que favorecían un estilo de vida "contra el Estado" como bien podría leerse entre líneas a Clastres.
Un occidental promedio se preguntaría por qué hacían la guerra si vivían en abundancia, y para tales preguntas, me bastaría recomendarle "En pos del milenio" de Norman Cohn, para que vean la narrativa europea sobre la necesidad que se nos ha impuesto; es decir, existieron miles de comunidades antes del Renacimiento que perpetuaban la heterogeneidad de modos de existencia en el mundo a partir de batallas, sin que estas fuesen siquiera por recursos, sino más bien por subjetivación cultural.

Las etnias que nos describe Clastres tenían sus propios ritos y creencias, y diversos etnólogos, viajeros y misioneros han resaltado el fuerte arraigo de esas sociedades sin Estado a sus costumbres. Hablamos de prácticas que perpetúan contextos de abundancia, como en el ejemplo que puse meses atrás, donde los jesuitas veían holgazanería entre los indígenas que habiendo recibido herramientas para duplicar su consumo del medio natural, decidían trabajar menos al extraer la misma cantidad en sus zonas ¿Y no podríamos nosotros leer aquí un mayor valor al tiempo de recreación? Una forma de convivir con los demás seres terrenales de manera orgánica, sin necesidad de excedentes, ni de acumulaciones destructivas.
Otro ejemplo notorio, era la superposición de la religión indígena a todos los aspectos mundanos de sus cotidianidades, por lo que aquello que contenía un territorio era tan trascendental como las narraciones menos terrenales sobre los espíritus. Un misionero podría leer de ello puras supersticiones, pero nótese otra perspectiva que puede desprenderse de esta forma de relacionarse con el mundo que les rodea:
¿No hay acaso un mayor respeto por la abundancia natural de recursos al interactuar como especie humana con la naturaleza?

Es una pregunta que nos permite cuestionar las ilusiones que hemos heredado de aquello que consideramos ''progreso''. Lo cual, dicho de manera vulgar: no por andar de taparrabos y trabajar un promedio de tres horas diarias se es menos avanzado que un oficinista quien no tiene casi tiempo para su recreación en la mayoría de los casos (pero tiene Netflix).
Negar estas tecnologías de la subjetivación que poseían sociedades como las indígenas de America del Sur, o las que menciona Norman Cohn en la obra mencionada, es limitar la idea de tecnología a las banalizaciones que hoy confundimos con 'avances', los mismos avances que nos pueden llegar a sorprender mucho, pero, que cuando aparezcan los sirvientes artificiales para hacernos la vida más cómoda, lo que resultará con nuestras precarias subjetivaciones capitalistas, será sin dudas, un ejército de desempleados cada vez mayor dispuestos a someterse a horas de esclavitud superiores a las contadas en la historia de la humanidad, de manera masiva, a cambio de que el 1% de la población contamine cuatro veces más que el resto y se beneficie de cada maravilla tecnológica al alcance solo de quienes puedan pagarlas.

Quien no tiene capacidad de análisis creerá que he propuesto aquí una especie de "volver a...", en vez de razonar que existen tecnologías de subjetivación que nos contagian por imitatividad, pero, que no siempre fueron esas las matrices de intelegibilidad con las que se representaba el mundo que nos rodea.
 
Antiguo 12-Sep-2023  
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Me corrijo en un tramo del post:

Eran sociedades indígenas en América del Sur que no tenían coincidencias lingüísticas, y por razones similares a ese elemento podían conjurar en perpetua guerra constante al aparato estatal. Pero el ejemplo iba de la mano de los guaraníes y otros más, que no son los incas; pues claro, podríamos discutir si era o no un Estado lo que poseían estos segundos. Aún así, no es el propósito del hilo tal desviación, por lo que ignoraré ese detalle de los incas tal cual Hegel lo ha hecho al habla de Estado y de indios americanos.

 
Antiguo 12-Sep-2023  
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He notado las coincidencias entre el pensamiento de Martí con los hegelianos actuales, por lo que añadiremos la lectura que hacía Hegel respecto del tópico que anexé:

Hegel no se adentró siquiera a comprender los criterios indigenas, por lo que reproduce un discurso acorde a los moldes del hombre blanco europeo, en tono intelectual. Atrapado en dispositivos de selección, subsunción, exclusión y exterminio, sus observaciones están ancladas en las categorías de lo Uno, lo Mismo o la Identidad. Su sesgo me recuerdó a un texto de Deleuze, que pone en evidencia la mentalidad de Hegel:

"¿Quién puede mantener o gestionar la miseria, y la desterritorialización-reterritorialización del chabolismo,
salvo unos policías y unos ejércitos poderosos que coexisten con las democracias?
¿Qué social democracia no ha dado la orden de disparar cuando la miseria sale de su territorio o su guetto?
Los derechos no salvan a los hombres, ni a una filosofía que se reterritorializa en el Estado democrático"

Deleuze, ¿Qué es la filosofía?, Anagrama, Barcelona, 1980, p. 109

Donde los aimaras podían decir que blanco + negro = a blanco y negro y gris (ch'ixi), los hegelianos sólo pudieron decir que el gris es una síntesis del blanco y el negro. Los segundos tienen un Logos-Verbo que les imposibilita leer intensidades, es decir, el devenir detrás de sus rígidos conceptos; esta forma de logos es capaz de sintetizar todo cuerpo vivo a una materia prima de donde es necesario luego extraer un plusvalor y un trabajo útil.
Hegel niega la singularidad y la potencia del hecho diferencial que late en el interior de la filosofía.

Respecto al supuesto ''país del porvenir'' de Hegel, existe la refutación de Clastres a esa perspectiva colonialista...
En su obra "Investigaciones en antropología política", Clastres tiene un capítulo ("Mitos y ritos de los indios de América del Sur") donde echa por tierra esa idea de progreso que varios podrían extraer del discurso hegeliano.
Se aprecia en los párrafos donde muestra la simbiosis cultural que tenían las tribus, donde sus lenguas no impedían la comunicación; haciéndose el autor un énfasis en la cultura tupí-guaraní, quienes podían entenderse y conjuraban los dispositivos estatales con las relaciones de constante guerra a la par de las condiciones de abundancia que favorecían un estilo de vida "contra el Estado" como bien podría leerse entre líneas a Clastres.
Un occidental promedio se preguntaría por qué hacían la guerra si vivían en abundancia, y para tales preguntas, me bastaría recomendarle "En pos del milenio" de Norman Cohn, para que vean la narrativa europea sobre la necesidad que se nos ha impuesto; es decir, existieron miles de comunidades antes del Renacimiento que perpetuaban la heterogeneidad de modos de existencia en el mundo a partir de batallas, sin que estas fuesen siquiera por recursos, sino más bien por subjetivación cultural.

Las etnias que nos describe Clastres tenían sus propios ritos y creencias, y diversos etnólogos, viajeros y misioneros han resaltado el fuerte arraigo de esas sociedades sin Estado a sus costumbres. Hablamos de prácticas que perpetúan contextos de abundancia, como en el ejemplo que puse meses atrás, donde los jesuitas veían holgazanería entre los indígenas que habiendo recibido herramientas para duplicar su consumo del medio natural, decidían trabajar menos al extraer la misma cantidad en sus zonas ¿Y no podríamos nosotros leer aquí un mayor valor al tiempo de recreación? Una forma de convivir con los demás seres terrenales de manera orgánica, sin necesidad de excedentes, ni de acumulaciones destructivas.
Otro ejemplo notorio, era la superposición de la religión indígena a todos los aspectos mundanos de sus cotidianidades, por lo que aquello que contenía un territorio era tan trascendental como las narraciones menos terrenales sobre los espíritus. Un misionero podría leer de ello puras supersticiones, pero nótese otra perspectiva que puede desprenderse de esta forma de relacionarse con el mundo que les rodea:
¿No hay acaso un mayor respeto por la abundancia natural de recursos al interactuar como especie humana con la naturaleza?

Es una pregunta que nos permite cuestionar las ilusiones que hemos heredado de aquello que consideramos ''progreso''. Lo cual, dicho de manera vulgar: no por andar de taparrabos y trabajar un promedio de tres horas diarias se es menos avanzado que un oficinista quien no tiene casi tiempo para su recreación en la mayoría de los casos (pero tiene Netflix).
Negar estas tecnologías de la subjetivación que poseían sociedades como las indígenas de America del Sur, o las que menciona Norman Cohn en la obra mencionada, es limitar la idea de tecnología a las banalizaciones que hoy confundimos con 'avances', los mismos avances que nos pueden llegar a sorprender mucho, pero, que cuando aparezcan los sirvientes artificiales para hacernos la vida más cómoda, lo que resultará con nuestras precarias subjetivaciones capitalistas, será sin dudas, un ejército de desempleados cada vez mayor dispuestos a someterse a horas de esclavitud superiores a las contadas en la historia de la humanidad, de manera masiva, a cambio de que el 1% de la población contamine cuatro veces más que el resto y se beneficie de cada maravilla tecnológica al alcance solo de quienes puedan pagarlas.

Quien no tiene capacidad de análisis creerá que he propuesto aquí una especie de "volver a...", en vez de razonar que existen tecnologías de subjetivación que nos contagian por imitatividad, pero, que no siempre fueron esas las matrices de intelegibilidad con las que se representaba el mundo que nos rodea.
Llegué a "me recuerdó" y paré de leer.

No, mentira, leí un párrafo más.

Ahora leeré el resto, parece interesante.
 
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Hallarás más errores como ese y también reiteraciones, porque es como un borrador jaja
 
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Da lo mismo, sólo es una broma, quiero ser como Iker, pero a un genio no se le puede imitar.

Estoy bastante de acuerdo con tu texto, y lo resumiría con la clásica frase de que hoy se vive para trabajar y no se trabaja para vivir, como lo hacían los guaraníes. La ambición desmedida está destruyendo al planeta, concentrando la riqueza en pocas manos y terminará suplantando al trabajador que no podrá llevar el sustento a casa, destruyendo de esta manera a la sociedad.
 
Antiguo 12-Sep-2023  
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Da lo mismo, sólo es una broma, quiero ser como Iker, pero a un genio no se le puede imitar.
Fome culiao= Tass³

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La ambición desmedida está destruyendo al planeta, concentrando la riqueza en pocas manos y terminará suplantando al trabajador que no podrá llevar el sustento a casa, destruyendo de esta manera a la sociedad.
Inteligencia artificial: Hold my beer.
 
Antiguo 19-Sep-2023  
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Encima hallo un resumen que pone una distinción más primordial (y sin irse de occidente) entre los pensamientos heredados a lo largo de la historia por diversas corrientes:
En esta distinción, José Martí se ha quedado muy atrapado en el idealismo así como Hegel, por lo que cuando aparecen autores materialistas como Onfray o Deleuze, se les nota más a los primeros sus sesgos platónicos.

He aquí entonces, en tono bastante general, una bifurcación a los caminos de Platón, Aristóteles, Descartes, Kant, Hegel...
hacia los criterios de cínicos, estoicos y epicúreos; Spinoza y Nietzsche, Deleuze y Guattari,
etc.
(outro del hilo)
ENDING . . .

Me fui a seguir con mi "nuevo ocio" Pasen lindo.
 
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El visibilizacionismo actual progresista ha heredado los mismos sesgos que José Martí y los hegelianos: minuto 24 (hasta el '52):
https://www.youtube.com/watch?v=U7bs...Ul5z-2aUyxrWTu

Hasta otro Ending en un día diferente
 
Antiguo 28-Sep-2023  
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existen tecnologías de subjetivación que nos contagian por imitatividad, pero, que no siempre fueron esas las matrices de intelegibilidad con las que se representaba el mundo que nos rodea.
Un buen ejemplo de ello es el de Menocchio.
El cosmos según un molinero; micro-historia compilada (1976) por un autor cuya época tenía a las Ciencias Sociales cooptadas por el marxismo (década de los 60s / José Martí obturado por las mismas lecturas) - la narrativa de lucha de clases metida en todo.
* Ginzburg hace una labor detectivesca con los registros que giran en torno a esa persona juzgada por la inquisición, y nos da un retrato de Menocchio (Doménico Scandella) y de las personas que le acusaron, que no condice con las sistematizaciones marxianas de su época. El autor va compilando las pistas para armar ese escenario del siglo XVI hasta la ejecución del molinero.

¿Qué tipo de mundo había en ese momento? ¿Qué flujos de pensamiento rondaban esos escenarios? ¿Cómo pensaba Doménico Scandella? ¿Cuál era la subjetivación con la que él interpretaba la realidad? ¿Qué entendían de la biblia cuando la leían en un campesinado o en otro?
Menocchio logró a partir de la accesibilidad a los libros que generó la imprenta, un acercamiento particular a conocimientos de su época; además vivía cerca de Venecia, donde los flujos de ideas eran variados y diversos (algo que me recuerda a la multiculturalidad que generó el pensamiento filosófico en la antigua Grecia, en Atenas; el pensamiento lógico; el Logos frente al Mito).

La vida de Menocchio estaba en el anonimato., sabía leer. Quienes leían un libro, se subjetivaban según su contexto, pues no hay conocimiento-sistematizado que sea universal en sí mismo, sino siempre en torno a cierto paradigma espacio-temporal.
¿Cómo puede un molinero fabricar un pensamiento propio (inventar) a partir de lecturas que la hegemonía expresaba en otra dirección? Menocchio hizo una crítica cultural contra la riqueza del clero frente a la pobreza de los campesinos, se jugó la cabeza y todo lo que dijo quedó registrado por los tribunales inquisidores; no publicó ningún libro y sin embargo demostró que el sonambulismo todavía no era un fenómeno entre los de su región. Como él, otros han sido registrados, y otros han tenido más posibilidades de publicarse a sí mismos como Spinoza... entre todos ellos, queda a la vista la gran riqueza cultural y de pensamiento y de diversos modos de existencia que hubo en geografías compartidas.

Nuestros mecanismos actuales han decidido obturar la multiplicidad a los moldes del mercado, y los creemos incuestionables a pesar de tantos registros históricos que demuestran que otras formas de habitar los espacios y las relaciones son posibles, es decir, lo que creemos la realidad no es más que una forma de subjetivación en particular, narrada como universal a tono con impedir que siquiera puedan pensarse algunos afuera en el adentro que nuestro sistema globalista propone como estilo de vida, como relaciones, como posibilidad habitable.


Y colorín colorado, este hilo se me ha acabado.
 
Antiguo 29-Sep-2023  
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‘El Queso y los gusanos’ de Ginzburg es una obra bellísima y fue referente de la corriente de la microhistoria o nueva historia que ha calado y dejado huella hasta contagiarse en sendas culturas. Básicamente vemos en la literatura o en el cine una aproximación, mediante reducción de escala, de personajes fascinantes pero ocultos en el anonimato que nos revelan aspectos sumamente importantes para la historia social o general y es resultado de aquella senda emprendida por Ginzburg u otros como Cipolla.

Creo que es sumamente interesante el planteamiento de estos historiadores de acercarse a la historia a la inversa. Es decir, un historiador positivista o carente de modelo o método alguno, recreará un macrocosmos a partir de un catálogo referencial muy limitado. Mientras, el microhistoricista, con sumo cuidado, casi como un orfebre, va escrutando con lupa una vida tras otra y otra, intentando de generar un mosaico pero que, simplemente, quedará incompleto pero más cercana a la verdad y cuya recreación del universo solamente será posible de ser por las generaciones venideras.

Siempre me ha fascinado el trabajo de los historiadores de la historia social porque leyendo sus obras aparecen elementos ignorados por los libros de divulgación, la cultura mainstream y el ruido que, efectivamente, tal y como comentas, impiden la apertura de los campos ontológicos y, por ende, obstaculiza la reflexión y la crítica.
 
Antiguo 29-Sep-2023  
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Tengo el mismo sentir,
durante la mitad de mi vida se me vendió a los héroes o grandes inventores bajo la ideología liberal: es decir, personas solemnes depuradas de errores.
Pero gracias a estos estilos más inmanentistas, comencé a amar la historia...
Todavía recuerdo lo maravillado que quedé con este máximo superhéroe latinoamericano que llamamos San Martín, cuando me enteré que no era el inmaculado que nos vendió el liberalismo. San Martín al igual que Belgrano o Artigas, eran personajes muy obscuros.,
...El primero para poder hacer sus innumerables proezas para empezar era adicto al opio, y, Belgrano era pro marihuana. Imagina, tantos registros históricos ignorados por la ideología liberal y sus ramificaciones actuales, miles de datos que no sólo ponen en contexto decenas de eventos medulares sino que cambian por completo al sujeto idealizado.
Además de que nos acercamos con la microhistoria al pensamiento de tal o cual contexto, de frente, y no asfixiados por las depuraciones oficialistas.
https://www.youtube.com/watch?v=oGAJ...1fiOYYR37PV8k0
 
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