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El dia que dividimos nuestros caminos la conocí, ella a su manera supo aliviar mi dolor cada vez que recordaba que ya no estas a mi lado, ella supo escuchar mis llantos y supo compartir mis alegrías, ella a sido mi compañera desde el día en que te fuiste, ella me recuerda tanto a ti mi querida Wendy, cada vez que estoy con ella tu cara viene a mi mente y los recuerdos de las cosas que vivimos juntos arrugan mi corazón, no estoy seguro si para mi estar con ella sea bueno cuando se que te amo y solo te he amado a ti y que nunca podré amar a mas nadie, ella conoce todo de mi, mis miedos, mis sueños, mis alegrías por que ella siempre ha estado ahí.
Al principio ella me encantaba pero a medida que pasa el tiempo a veces su presencia me consume, es que me recuerda tanto a ti mi amor y aunque trate de evitarlo cada vez que estoy con ella lo único que hago es pensar en ti, ahora mismo la odio por que es ella la que esta, y tu no.
Te amo Wendy te amo con todo el poder del universo y ella lo sabe y me dice “si la amas tanto ve a buscarla” pero lo reconozco soy un cobarde y prefiero seguir extrañándote y recordando junto a ella que ir en tu búsqueda, creo que mi frágil corazón no soportaría no encontrarte, así que solo la tengo a ella.
Cada vez que sueño con tigo y me levanto junto a ella la odio pero no existe manera de decírselo y comienzo mi jornada torturado por pequeños fragmentos de mi sueño con escenas de felicidad y amor junto a ti que existieron o que deseo, la impotencia me embarga cuando contemplo mi frustrante realidad junto a ella.
Aunque ya no soporte su presencia ella me ha enseñado a tener paciencia a conocerme más, me ha enseñado a tolerar el agradable dolor que causa sufrir por amor, ella me dice cuando me veo bien o mal, con ella miro la estrellas mientras pienso en ti, ella me hace ver los errores que cometí también me hace ver como pudo haber sido.
A todas estas te preguntaras quien es ella mi amada Wendy, ella es mi querida, sufrible y eterna soledad que me acompaña desde el día que nos dijimos adiós, la misma que me obliga a escribirte estas letras, letras que jamás leerás
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