Confuso, eufórico, perdido, entusiasmado, abatido, ilusionado, turbado, esperanzado y solo, muy solo, permutando sentimientos y sensaciones tan rápido como se anuncia un nuevo latido, optimismo pasajero y pesimismo fugaz, entre medias ese ansiado equilibrio en el que nunca me freno, alternancia agotadora llena de altibajos que espero se debiliten con el tiempo, hasta dejar fijada la línea en la cota cero, pero evitando ese pitido constante que anuncie que mi corazón se ha estancado.
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