Cinco son los sentidos de que gozamos, a los que habría si acaso que añadir ese otro al que llaman sentido común, del que dicen es el menos común de los sentidos. Pero más allá de ellos, existen también otro tipo de cualidades, caracteres o actitudes a las que también se suele aludir con el distintivo de “sentido”, como podría ser, entre otros, el llamado “sentido del ridículo”
¿Lo tenéis?
Hay quien dice que el sentido del ridículo constituye el abrigo de que se sirve la razón para guarecer las vergüenzas de la dignidad. Quizá una frase en exceso rimbombante, pero a mi juicio bastante acertada.
En cualquier caso, eso sí, dependerá del tipo de persona y la naturaleza de sus propias vergüenzas. Yo, personalmente, confieso que soy un tanto sinvergüenza, lo que provoca que mi sentido del ridículo no esté demasiado desarrollado que se diga, al menos en determinadas facetas, en otras hasta es posible que lo esté más que en la mayoría. Porque esa sería otra cuestión a tener en cuenta en el debate, esto es, el disparejo sentido del ridículo que caracteriza a unos u otros según sea el escenario y la función que le toque representar en cada momento.
¿Cómo conceptuaríais en todo caso vuestro sentido del ridículo? ¿Constituye para algunos de vosotros una losa insuperable? ¿Os reprime en exceso la opinión que puedan tener los demás de vosotros y vuestros actos, el popular qué dirán?
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