Es una reflexión que he hecho, o algo en que he pensado de repente, pero tiene que ver con mi vida, y creo que con historias que he leído por aquí.
Creo que enamorarse es algo que tiene que ver con uno mismo, por su propia cuenta y riesgo, pero cuando la otra persona te corresponde entonces ese "enganche" se hace profundo, se mete dentro.
En la película "Las Amistades peligrosas" en protagonista es retado a enamorar a una mujer y luego decirle que no puede amarla, sin motivo, porque "no puedo evitarlo". Y realmente esa es la peor de las torturas emocionales. La "victima" en la película queda tan destrozada que se deja morir.
Yo al menos lo he experimentado así. Aún no estoy seguro de que hubiera confundido el amor que creía que sentía ella por mí, pero estoy seguro de que había, como poco, coqueteo. Pero ella incluso negó eso, que como digo, era patente. ¿Jugó conmigo?.
En todo caso no dejo de decirme, en mi descargo, que si ella no hubiera actuado así yo no hubiera sentido tanto, no me hubiera ilusionado, habría quedado todo como algo que me hubiera gustado que pasara, pero nada más. O como dice la canción, respecto a algo parecido, "yo creía que era libre, pero ahora nadie puede apartarlo de mí".
Esas personas que prometen amor por conquistar, por orgullo o por seducir, o las que dicen "te amo" demasiado a la ligera, como un juego, deberían saber que comenten el mayor acto de crueldad posible.
|