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Nada, pues yo sigo con lo mío. Antes de nada, aprovecho para comunicaros que vengo algo alicaído después de ir a dar una vuelta al parque. Me pasa siempre. Aviso a los lectores sensibles que no continúen, por si les apetece mirar historias y anécdotas menos tristonas.
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Bueno, el que ha querido, tiempo ha tenido. Sigo con lo mío. Como digo, me pasa siempre, a veces con más y otras con menos intensidad. No puedo negar una especie de envidia malsana a las personas que deambulan, se sientan, charlan, comen un helado o navegan por internet. Yo estoy solo. Me siento a leer un libro, a tomar algo el sol, también a navegar. Y veo que a mi alrededor la vida se abre camino (creo que leí la expresión en el foro, sí, de Parque Jurásico).
Y es cierto, gente mayor en pareja de la mano. ¡Y mira que es raro aquí ver a jubilados de la mano! Madres con niños pequeños. Chicas jóvenes. Chicos pasando en bici. Grupos de adolescentes liándola parda. Y yo solo. Que no es por falta de amigos. No es eso. Aunque los míos son para echarles de comer aparte y no siempre salen cuando me gustaría, sé que de eso no me falta.
Me da vergüenza decirlo pero no he tenido ninguna relación con una chica de mi ciudad en la vida. Y ya son más de 30 años. No sé, me veo relegado a relaciones a distancia que están muy bien. Y oye, he conocido a gente maravillosa así pero... reconocedme, eso no es vida. Echas en falta una caricia, un beso, una mirada amable, una cercanía, confidencias, confianza. Yo no he tenido eso... nunca.
Ahora que voy teniendo una edad voy necesitando cierta seguridad. No me puedo permitir andarme como un cabeza loca (nunca lo he sido) y probando mil y una posibilidades, negando mi amor a todas, actuando como un verdadero energúmeno fóbico al compromiso. Me fastidia decirlo pero es así... tengo ganas de estabilizarme, de encontrar a la persona adecuada y no otra, pero no lo consigo. A algunas mujeres esto les parecerá risible. A mí no.
Sé que si sigo así, con lo que estoy haciendo ahora y con el tipo de personas que hay en mi ciudad, eso no lo voy a conseguir. Nunca. Y hay días en que evidentemente me preocupo por mi situación sentimental... porque veo que no avanzo, porque veo que me merezco una bonita historia de amor, me merezco tener hijos a los que educar y enseñar porque los niños siempre se me han dado bien.
Luego veo casos como el de Assumpta, la niña oriental asesinada, y me muero de rabia al ver como ciertos padres consideran a sus hijos como objetos, como moneda de cambio... mientras que otros que les daríamos un amor y un cariño inmensos e intensos, no tenemos oportunidad alguna.
Bueno, ya termino. Se me pasará. Seguiré adelante... gracias por leerme.
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