El otro día ví, mientras cenaba con mis sobrinos-hijos unas deliciosas hamburguesas, que un chico de aproximadamente 18 o 20 años, vendía manualidades hechas con latas vacías de soda, les daba forma de flores galácticas, bellísimas!, pero denotaba gran cansancio... quizá no vendía aún...
Y mi reacción fue... Elogiar su trabajo y me regaló una hermosa sonrisa y luego le invité espontáneamente una hamburguesa y me dijo que sí, y que incluso aún no comía ni cenaba... Mis niños y yo, nos vimos con gesto complice y una emoción especial... Es bueno enseñar a compartir...
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