nosotros no buscamos una princesa encerrada en una alta torre que tengamos que rescatar de ningun dragon, ni despertarla de ningun sueño de 100 años en el que se ve sumida por la maldicion de una malvada bruja, etc... cuando decimos "princesa" o "es una princesa" en el fondo lo que queremos decir es: "es mi perra de las tetas gordas" o "quiero bajarle o arrancarle las bragas a bocaos". vamos, que nosotros en ese sentido somos menos sentidos, vamos mas a lo que importa y las ñoñerias nos la ponen gorda o morcillona.
otra cosa es que cuando hay que ponerse meloso, aqui hay miel para dar y exportar, pero esa es otra historia.
resumiendo: que ellas creen no ya en el principe azul, sino que si quieren para si un elemento tan irreal, tan calcado a los modelos de hombre (que por otra parte no existen en el mundo real) que les mete entre las tragaderas (aunque desearian que se les metiese entre las piernas) la puñetera publicidad, el cine, los culebrones y demas telebazofia que consumen con tanta ansia y regusto que los hombres hemos preferido, a falta de un modelo explicativo mejor, llamar a ese modelo de individuo por lo demas asqueroso y despreciable, "el principe azul".
como derivacion del manido rollo del principe azul tenemos que ellas se ven a si mismas como princesitas que han ido "besando sapos" (entiendase exnovios) pues perdoneme señorita, pero si yo soy un sapo usted es una asquerosa rana verde, o mejor aun, una vibora viperina de la que nada bueno puede esperarse, pero volvemos a irnos a otros derroteros que no son los del post...
bueno, que creer en cursiladas es algo que se hace con libertad y nadie es quien para joderle la fiesta a nadie, pero bien es verdad que quien con niños se va a la cama (a dormir se supone), meadit@ se levanta. y por todos es sabido que los principes azules al final terminan siendo unos politoxicomanos engominados, violentos y egoistas, por lo menos en este, nuestro amado pais...