Imagino que todos opinamos influídos por nuestras experiencias personales y pensamos en qué haríamos si se muriese el abuelo de nuestros respectivos ex, y en base a eso, emitimos una opinión.
Si pienso en mi último ex, tengo claro que no iría. Me quedaría en el mensaje o, quizás, una llamada de condolencia. Sin embargo, si le ocurriese a mi anterior ex, sí que iría porque mi relación con él es buena, está todo superadísimo y en un momento duro me gustaría demostrarle mi cariño aunque ya sepa que se lo tengo.
Con esto quiero decir que cada relación es un mundo y que reducirlo todo a "como es un ex, no voy" me parece un error. Hay mil contextos, matices y detalles que sólo tú conoces y que son los que convierten tu comportamiento en adecuado o inadecuado. Por mojarme un poco, diré que creo que yo no habría asistido.
Quédate con que has hecho lo que creíste que debías hacer y punto. Y si de paso, aunque sea egoístamente, has sacado alguna enseñanza positiva de todo esto, pues mejor.
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