Eran traidores a favor de los inmigrantes; en eso tiene razón, pero eso no le da ningún derecho a matarlos. A esos traidores hay que derrotarlos en las urnas, no a tiros. Maldito asesino...
Este hombre (si es que se le puede llamar así) no era un desequilibrado, era un completo psicópata. Los vídeojuegos le pudieron, a lo mejor, ayudar a familiarizarse con "el campo de batalla". Los
Call of Duty y los
Battlefield son muy realistas en este sentido.
Por cierto, ¿qué tiene esto que ver con el amor?
Un saludo.