El Amor Eterno Del Cementerio General de Chile

Patricio29 · 15-Sep-2013

Qué tal foreros del amor más puro, quiero compartir esta historia de amor más allá de la muerte, que queda reflejada en un hombre que no olvida al que fue el amor de su vida, aunque ella ya se fue hace muchos años.
Es una historia inspiradora que, a alguien incorregiblemente romántico como yo, hace poner los pelos de punta, no de miedo, sino de amor.

El Amor Eterno Del Cementerio General de Chile
Cada 8 de enero, desde 1994, Horacio Logozzo pone una placa recordatoria con un poema en la sepultura de su fallecida esposa, Cornelia. Después de catorce años, el enamorado sigue regalándole versos a su pareja. La tumba se ha transformado en uno de los sitios más visitados e incluso fue incluido en los tours nocturnos del camposanto, transformando*la historia del matrimonio*en*el más dulce cuento sobre enamorados, incluso después de la muerte.

El 8 de enero de 1994, Cornelia Fontana Marinetti dejó de existir. Al cumplirse un año, su marido, Horacio Logozzo, decidió conmemorar el primer aniversario de su muerte con una placa recordatoria que dice: "Rechazabas limitaciones/ y Dios te mandó buscar/ no habrá santos dormilones/ y el cielo mejorará./ Siempre en todo fuiste más, madre, esposa, amante/ yo no te olvidaré jamás/ estás dentro de mi sangre".

La idea se transformó en costumbre y ahora todos los 8 de enero Horacio pone una nueva placa contándole a su "flaquita" las cosas que le han pasado, pero sobre todo cuánto la extraña. Hoy la sentimental idea de Horacio ha transformado la sepultura de la familia Fontana Marinetti en el lugar más romántico del Cementerio General y su amor en toda una leyenda.

Por catorce años
Religiosamente, todos los años aparece una nueva lámina con un poema dirigido a Cornelia, las que han transformado su historia en el más apasionado mito de amor del camposanto. Horacio no habla con la prensa, prefiere hacerlo sólo con su "flaquita", a la que a catorce años de su muerte sigue visitando y regalando versos de amor. "La gente incluso pregunta por él para que escriba sus epitafios", dice el "maestro Toñito", cuidador del sector y encargado de la sepultura ubicada en la esquina de Echaurren con Valdivieso. De hecho, él mismo le hizo hace poco una remodelación, poco antes del último aniversario.

*En sus versos, Horacio le cuenta a su mujer todo: sus problemas de salud, las visitas que ahora hace con sus nietos al cementerio y el estado actual de su herida de amor. Incluso, en una de las placas deja entrever su intento fallido de iniciar una nueva relación. Aun así, reconoce la imposibilidad de olvidar a Cornelia. "Tú vives en mi recuerdo/ y sagrado es tu lugar/ trato de seguir queriendo/ pero jamás volveré a amar".

Placa ausente
De los catorce años que han pasado desde su muerte, Horacio sólo falló una vez. Ese año los trabajadores y visitantes del cementerio especularon sobre la razón de la placa que no llegó. Incluso se pensó en su fallecimiento. Pero al año siguiente volvió, pidiendo perdón por su ausencia y echando por tierra los rumores. "Flaquita: te fallé el dos mil cinco/ viví incompatibilidad/ no hay lugar para el olvido/ fue pura debilidad/ ya cumplí los ochenta/ estoy bastante bien/ bailo tango, como dieta/ espero llegar a los cien".

*El 8 de enero de 2008 no hubo excepción. Acompañado de una sobrina fue a visitar a su esposa para el catorce aniversario de su deceso. Según el "maestro Toñito", Horacio ya tiene el epitafio listo para el 2009, quizás preparando la reunión con su amada Cornelia, pues como dice la placa instalada este año: "No quiero tu alma rondando/ sobre mis placas y tu lecho/ tu alma junto a mi alma/ hoy descansan en mi pecho".