Al principio en el enamoramiento todo es increíble, los presagios son maravillosos y sientes en lo más profundo de ti que esa persona ha sido poco menos que enviada por el cielo y por el destino para darte el sentido de tu vida.
Pero...aquí viene el pero.
Esto sucede porque estás IDEALIZANDO, idealización necesaria para crear el flechazo, el enamoramiento, el enchoche, whatever...
¿Qué pasa con muchas parejas? Que cuando esa idealización va cayendo y se encuentran con la persona tal y como es: con sus defectos, sus virtudes, lo que hace y lo que no hace...empiezan las dudas y las crisis. Y a veces...se encuentran con una pareja...¡que ni siquiera les gusta!
Porque resulta que el amor no es una presagio, ni un flechazo, ni sentir muchas cosas de golpe, ni cosas increíbles. El amor es un sentimiento, sí, pero también es una elección. Yo puedo elegir a una persona en un momento de mi vida y años después, dejar de elegirle porque lo que me llevó a esa persona en algún momento ya dejó de existir.
La pareja no se elige una vez y para siempre, la pareja se elige cada día que te levantas por la mañana y eso es lo que significa, amor, pareja y compromiso. No firmar un contrato fijo, no es enamorarte y luego resignarte y aburrirte, no es pensar que la otra persona ha venido a llenar carencias y satisfacer necesidades personales y cabrearse porque no lo hace.
A ti se te ha caído el velo de los ojos y estás viendo a tu pareja como es. No es extraordinario: es una persona normal y corriente, como lo eres tú. Aquí determina y reflexiona si es esta persona la adecuada para ti y con quien deseas compartir un camino y un proyecto de vida.
Entiendo que si has tenido dudas durante toda la relación y ha habido mucho altibajo, probablemente más allá del enamoramiento ninguno de los dos acabéis de congeniar o de ser lo que desea el otro. Por respeto y empatía hacia tu pareja (que si anda empalagoso es que se está oliendo la tostada) yo me sentaría tranquila a hablar con él de todo esto que está pasando. Y a determinar si es precisa una evolución mutua y unos cambios de ambos para intentar hacer crecer la relación.
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