Si lo que queréis es meteros mano y, según la hora echar un clavo, os comento como está el panorama:
- Bares y cafeterías: Hay cincuenta mil lugares con un ambiente discreto y agradable en el que sobarse a gusto. Mis favoritos son las teterías Diwan y Damasco, en una de las calles que sale de la calle del León y en la calle del León en sí misma, una chocolatería que se encuentra en la calle del Barquillo número sesenta y tantos y el Marx Madera (en la calle de la Madera), que no se si estará cerrado porque tenían movidas judiciales. Los tres tienen asientos que no se ven desde la barra, los dos primeros una especie de sofás, y el tercero una mesa con sillas, por lo que podéis poneros las botas a gusto si lo cogéis un día así medio vacío. La chocolatería en ese sentido es la hostia, tiene un sofá metido en un hueco de la pared; es oscurito y agradable, se ve la calle desde dentro, por lo que se ve si viene alguién. De todos modos, es cosa de hacerte tu propo catálogo. Echa a andar ya caída la noche, y mira en los sitios en los que haya poca luz y no mucha gente. Tal vez uno de cada cinco sea apropiado para vuestros propósitos. Anotadlos en una agenda mental; os será útiles mas tarde.
- Parques y zonas verdes: Madrid es un sitio que tiene muchos sitios muy agradables en ese sentido, aunque ahora con el frío, son un poco puñeteros. Repasando rápidamente, el Templo de Debod, el Retiro, los Jardines del Palacio de Oriente, Sabatinni y sitios de ese pelo no ofrecen demasiada discreción; hay sin embargo, sitios que sí que la ofrecen: Por ejemplo, una opción poco explorada por la mayoría de los madrileños es el Campo del Moro, junto al Palacio Real. Otra que también está muy bien (yo diría que es la joya de la corona de la Ciudad en cuanto a sitios para ****** discretamente, tanto por su ambiente romántico como por su selvática discreción), y que puede hacerse muy placentera, especialmente durante la semana es el Real Jardín Botánico de Madrid, expecialmente la zona de Climas Extremos; son tres invernaderos de grandes dimensiones que tienen respetivamente los climas tropical seco, tropical húmedo y tropical hiperhúmedo. También hay un invernadero por ahí incluso menos conocido, en el que hay lentejas de agua y mierdas de esas. El último es como una jungla, y además, tiene unas escaleras escondidas que suben a una especie de plataforma arriba. La vegetación, lo vacío del sitio y el hecho de que la poca gente que entra no suele mirar hacia arriba, convierten al Jardín Botánico en un tesoro para la pareja sin hogar. Además ahora que hace frío, es un clima tropical, y mola mucho. También podéis coger un autobús en Moncloa hasta el Pardo. Es un trocito de monte en el municipio de Madrid como un pueblo o algo así; ofrece el tipo de lugares y de tranquilidad bucólica que ofrece cualquier pueblo.
Otros lugares:
Los museos, especialmente los días de diario, son sitios que a la vez ofrecen la posibilidad de adquirir una rudimentaria cultura por poco dinero, y de una felación discreta y anónima entre animales disecados y máscaras chumecas. En ese sentido, me gusta el Real Museo de Ciencias Naturales; contrariamente a otros museos, a este es mejor ir por la tarde antes de que cierren, porque durante la mañana, a veces hay niños. Alguna vez he ido al arqueológico. Es muy bonito, la verdad, pero si quieres roces no te lo recomiendo, lo mismo que el Prado, que está siempre lleno de gente. En ese sentido el mejor que se me ocurre es el Museo Hispanoamericano, que se encuentra en la Avenida Complutense. No va nunca ni Dios, tiene mogollón de máscaras, e idolitos que le dan un rollo misterioso e interesante, los vigilantes son mas vagos que la chaqueta de un guardia, y si no os vale con unos tocamientos obscenos sino que queréis rematar la faena, los baños están superlimpios.
Pero tampoco hace falta una plaificación loca para disfrutar de un sitio discreto en el que pasar una velada íntima y misteriosa. Sencillamente pasead por las calles de Madrid, viendo sus tiendas, su animación, la mierda de las fachadas, y cualquier cosa que a un turista en esta ciudad le parezca interesante. Si os entra el calentón, iros por una calle pequeñita probando portales, y el que esté abierto, pues para dentro; las casas viejas en Madrid suelen tener acceso a patios interiores, azoteas y sótanos poco vigilados que servirán a las mil maravillas a vuestros propósitos. Otra opción son los probadores de un Centro Comercial, cosa que no me entusiasma, porque los veo un poquillo masificados, y a las dependientas las pones en un apuro, sobre todo si hay mucha gente.
En cualquier caso, que veo que sois bastante jovencitos, emplead protección. No queremos que un rato de diversión y de estar entretenidos termine con un bombo; de verdad que no merece la pena. Así que, suerte y a pasarlo bien, con salud y con cabeza
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