Las caricias, en si mismas, no te servirán de nada si no van acompañadas de todo un conjunto de actitudes.
A veces, cuando nos damos cuenta que hemos sido injustos o cualquier otra cosa, que no ha estado dentro de lo que merece quien amamos, nos sentimos en un estado de confusión y vegüenza que las palabra se ahogan en nuestra gaganta.
Entonces, porque es algo sincero y espontáneo, podemos apoyar una mano, tomar de la mano, dar un beso...
Pero eso ha de ir acompañado sí o sí, de una especie de recogimiento, de un tipo de respiración que no sé como definir, sólo se me vuelve a ocurrir: actitud sincera.
Es difícil explicarlo, pero aunque alguna vez me pasó, creo que casi siempre es mejor hablar sinceramente.
Eso sí, no podés pedir que te expliquen un tipo de caricias especial, porque ella es tu pareja, no tu mascota: A los gatos les encantan tal y tal tipo de caricias, a los perros estas y aquelllas... De eso olvidate. Si no te sale espontáneamente, es manipulación.
|