¡Pues me alegro mucho de que hayas decidido cuidarte!
Mi mejor amiga en el instituto medía 1,57 y pesaba 115 kilos y toda su familia era de similar constitución. En su casa comían muy mal e incluso su madre se quedó ciega unos días por culpa de su alimentación (estaba mala del corazón, diabética y obesa). Yo dejé de llevarme con ella (cosa de la que siempre me arrepentiré
) pero supe que su hermana había muerto con 24 años y hace dos años me la encontré y tomamos un café. Había adelgazado muchísimo y según me dijo lo de su hermana no tuvo nada que ver (aunque claro que tendría que ver...). Me decía que salía a caminar a diario y que se había vuelto muy disciplinada con las comidas. ¡Estaba guapísima! ¡Y sana!
Yo por mi parte siempre pesé unos kilos de más y un día, al igual que tú, tuve una revelación y empecé a hacer ejercicio en casa y a cuidarme. Yo tengo hipotiroidismo por lo que tengo tendencia a la redondez
pero estaba adelgazando bastante y me sentía muy bien.
Pero justo en esa época me dejó mi ex y dejé de hacer ejercicio y de comer. Me pasé unos cuantos meses con una depresión muy gorda. Pero cinco meses más tarde decidí que ya estaba bien de lamentarse y me apunté a un gimnasio. Empecé a ir a diario, me lo pasaba muy bien con la gente y volví a comer.
Ahora que estoy opositando y ya no tengo tanto tiempo para hacer ejercicio intento cuidarme todo lo que puedo y de vez en cuando salgo a caminar/correr, hago aeróbic en casa, alguna ruta por la montaña...
No te desanimes porque yo hasta hace poco tampoco tenía nada de autocontrol y es más, prácticamente no bebía nada de agua. Pero hay que ser constante, y si caes te levantas... Hacer esta declaración pública quizás también te ayude a darte impulso en esta aventura. Yo por lo pronto te mando mucha fuerza.