Te ha puesto la venganza en bandeja de plata: queda un día con él para tomar un café y cántale las 40, vuelca todo tu resentimiento en él y hazle sentir con una rata por haberte tratado así. No te quedes nada dentro.
Y luego déjale ahí plantado. Te levantas y te vas. Y dile que no te vuelva a contactar nunca más, que sólo habías acudido al encuentro para decirle las cosas claras.
La cuenta que la pague él, por supuesto.
No habrás ganado nada bueno para tu vida, pero le habrás devuelto la bofetada y habrás sanado tu orgullo herido.
¿Tendrás el valor para hacerlo sin titubeos?
Si ves que no lo vas a tener, mejor que no hagas nada. Ignórale.
"Revenge is a dish best served cold"