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Lo que está claro es que tienes una espinita ahí clavada que hasta que no satisfagas sus requerimientos no te dejará en paz. La vida es en general bastante simple, somos nosotros, los seres humanos, quienes nos la complicamos con demasiada frecuencia. Por lo que cuentas, tú estás deseando de volver a encontrarte con esa ex pareja tuya y ella, ateniéndome a tus comentarios, tiene las mismas ganas de verte que tú. Pues no lo penséis más y hacedlo, satisfaced aquello que os está pidiendo el cuerpo y que salga el Sol por Antequera, como suele decirse, pues en otro caso estarás todo el tiempo con el reconcomio de por qué no te atreviste a dar el paso, qué habría sucedido de volver a verla, qué te perdiste, etc, etc, etc. Y si sale mal y te arrepientes con el tiempo de haberlo hecho, pues mala suerte, pero al menos no te habrás quedado con el comején de «¿cómo habría sido si...?» Siempre digo a este respecto que es mejor arrepentirse de lo que se hace y sale mal que de aquello que no se hace y, por tanto, peramece para siempre en el limbo de lo contingente.
Es obvio que la moral socialmente imperante en este tipo de cuestiones es algo que te retrae, pero piensa que a día de hoy no haces más que darle vueltas en la cabeza al asunto, hasta el punto que tienes una verdadera obsesión, obsesión que no desaparecerá hasta que hayas quedado con ella y comprobado in situ el devenir de los acontecimientos. Eso sí, si finalmente te decides a hacerlo, que sea con discreción, que ni tu pareja actual ni la de ella tienen por qué enterarse de estos escarceos. Y si ellos nada saben, tampoco sufrirán, pues ya se sabe que ojos que no ven, corazón que no siente. En definitiva, tienes que cerrar esa etapa de tu vida y sólo puedes hacerlo quedando con ella. A partir de ahí, todo puede pasar, puede suceder que los sentimientos de antaño reflorezcan o puede, por el contrario, que os llevéis una decepción al veros después de tantos años; puede también que ese florecimiento y esa decepción no vayan de la mano, hasta el punto que uno de los dos quede enganchado y el otro desencantado; y puede también que la actual tensión sexual que existe entre vosotros se reafirme al veros y os convirtáis en amantes, lo que tampoco tendría nada de extraño ni antinatural, por más que muchos no lo consideren política o éticamente correcto, si bien eso ya sería cuestión de vosotros, algo que nadie tiene derecho a juzgar. Pero todo eso sólo lo sabrás si das el paso de quedar con ella. Piensa que el éxito no está reservado para los cobardes.
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Modo Híbrido
