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Desde el corazón surgen todas estas palabras que intentan dar forma a los sentimentos que hay albergados en él.
Entraste en mi vida, poco a poco, sin hacer ruido. De esa manera fuiste grabando tu nombre, primero, con tus labios en mi piel; luego, con tu corazón en mi corazón.
Pasaron muchas noches desde que conseguiste prender en mi interior la llama de un amor que no se apagará, aunque en ocasiones el viento sople fuerte para agotar su vida.
Tú eres la luz que indica el camino que se ha de seguir, la que llena mi vida e ilumina mis días. Un lucero que se reconoce en la inmensidad del firmamento puesto que eres un ser único, diferente, especial.
Quiero acurrucarme en tu pecho y sentir tu respiración, sentir tu calor, sentir la vida en mis manos.
Voy a memorizar cada trazo de tu rostro para poder observarte aún cerrando los ojos, para poder recordarte si la vida decide separar nuestros caminos.
Sin querer, formas parte de mi vida, formas parte de mi ser.
Nuestro tiempo es limitado, la vida es sólo un viaje de ida con destino desconocido. Déjame ser tu compañera, sin necesidad de equipajes pues no te puedo ofrecer nada más que lo que soy.
Mi corazón es todo tuyo.
09/11/2009
Unas palabras que acaban de surgir al pensar en la persona que más quiero.
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