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Hola a todos. Llevo saliendo unos meses con un chico maduro a media distancia y la verdad es que no tengo grandes quejas. Le dejo espacio para hacer sus cosas y salir con sus amigos, mientras me dedique una hora al día más o menos para charlar conmigo por internet.
¿Razonable, no?
Ahora que estamos en verano, yo ni estudio ni trabajo, así que tengo todo el día disponible para él, y cualquier hora me viene bien, porque mi vida social no es precisamente agitada. El caso es que antes se quejaba de que mis horarios eran demasiado rígidos y ahora... de que parece que alargamos las conversaciones hasta que no nos queda nada por decir, y que nunca soy yo quien decide dejar de hablar.
¿Qué problema puede tener alguien en que me guste hablar con él más que ver la tele, leer o mirar al techo de mi cuarto durante horas hasta dormirme? ¿Le doy tanto de mi tiempo que no lo valora?
¿Es que ve que estoy demasiado sometida a sus deseos o que yo debería de someterle a él a una agenda de hobbies, amigas y mamoneces donde él sea lo menos importante? ¿Ve que me tiene demasiado asegurada?
Hay veces que pienso que cuanto mejor les trates, peor, y que en el fondo, muchos buscan histerias, exigencias y prohibiciones...
¿Que opináis?
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