Es que es lo que es, Elizabetta. Todo lo demás es buscar tres pies al gato. Ahora, él no debería tener cargo de conciencia alguno. Lo hecho, hecho está. Han pasado más de 2 años y ya no hay vuelta atrás.
Hay gente que no le importa o no ve problema en que una persona emparejada quede a cenar con una antigua pareja. Pero otras personas sí, obviamente. Lo que sí está claro es que a una pareja no se le puede prohibir nada, no estamos en el franquismo y las parejas hoy día no son indisolubles. Pero sí está en nuestras manos aceptar esa situación o poner fin a la relación. Una pareja ya está disuelta en cuanto uno de los dos pierde el interés.
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