Cuando una relación se rompe, tendemos a sobrevalorar los buenos momentos vividos y a ellos, traicioneramente, solemos aferrarnos. Dejando en un rinconcito olvidado, los malos.
¿Te dejó de forma fría y cruel?
Entonces, recuerda porqué ahora estás en tu actual estado emocional. Recuerda la forma injusta en que cómo se comportó contigo al final de vuestra relación y no la justifiques. Recuerda esos motivos y asume que aquella chica que querías del pasado, no es la misma chica en el presente. Ya no te quiere y no va a volver. No la justifiques ni defiendas, bájala del pedestal en la que la tienes colocada.
Habrán más historias algunas similiares, otras quizás peores y, sin duda, las habrá mejores.
Deja de aferrarte y permite que se marche ese pasado.
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