Isabel:
Ningún médico serio violaría un secreto profesional, en primer lugar por razones éticas, además de que eso supondría su desprestigio y lo expondría a un muy honerosa demanda judicial por daños y perjuicios, que ganarías con facilidad (Daño moral, daño psicológico) y todo lo que un buen abogado quisiera sumarle.
Un médico de cualquier especialidad, está para resolver cuestiones relacionadas con la salud y no para divulgar la intimidad de sus pacientes.
Cualquier consulta debe ser privada y tu tía no tiene porque estar presente. Sería muy bueno que tu familia se acostumbrara, a que, al no ser ya, una niña, la elección de un ginecólogo debe ser una facultad absolutamente tuya.
Para estar más tranquila, podrías ganarle de mano, yendo primero, sin aviso a un@ de tu preferencia; o, en el peor de los casos, que por algún motivo no te fuera posible elegirl@, ir primero a su consultorio y contarle como de pasada (sin amenazas innecesarias) que si tu familia se enterara, sufrirías los daños que te señalé arriba. Él o ella captarán el mensaje...
Por otra parte y aunque esto, hoy te parezca imposible, ya sería hora que, tu familia te brinde amor y contención, pero que no se sienta con la potestad, de juzgar decisiones que ya fueron tomadas.
Nadie debe hacerte sentir culpa o verguenza de ejercer tu sexualidad, a lo sumo, darte consejos sobre la manera responsable y segura de llevarla a cabo, porque sólo te pertenece a vos misma.
Nadie, y mucho menos, esos reprimidos, e inmaduros y generalmente inseguros de su propia identidad sexual (que ojalá nunca te toquen), que enfermizamente tratan de manipular a una chica culpabilizándola de su pasado, como si acaso les perteneciera.
Ya esán casi extinguidos por suerte, pero siempre te será útil, estar preparada por las dudas, con una frase terminante y dura, para poner en su lugar, a los pocos energúmenos tardíos que todavía existen.
Afectuosamente: Tito
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