Todos alguna vez hemos sido víctimas de los celos. Hay personas más posesivas que se irritan y celan con mucha facilidad, hay otros que no tanto. Pero lo que no todos saben es que dar celos a tu pareja –dentro de cierto límite- puede servirte para comprobar cuánto le importas, para
[email protected] reaccionar y también para que valore más tenerte a su lado. He aquí entonces un par de consejitos que pueden hacer celar hasta al más confiado de los enamorados:
Ten amigos del sexo opuesto: Con nuestros amigos y amigas alcanzamos en ocasiones una intimidad emocional muy grande. Tanto, que los novios y las novias pueden sentirse celosos de “la amiga” o “el amigo” que intenta ocupar su lugar. Sabemos que por lo general con los amigos no hay atracción que justifique estos celos… pero nuestra pareja no tiene por qué saberlo. Ideal para cuando tu media naranja no quiere acompañarte al casamiento de tu prima, o a la reunión de negocios. Suelta un oportuno “no importa, voy con mi
[email protected]” para que tu amor sienta que no debe resignar ese lugar que le corresponde por derecho.
Coquetea con [email protected]: Si hace mucho tiempo que estás con la misma persona, y sientes que ya no te mira, no te halaga lo suficiente y que está demasiado
[email protected] a ti, nada mejor que un inocente coqueteo con alguien que nunca has visto y que –probablemente- jamás vuelvas a ver. Sonríele a esa camarera en el bar donde vayas con tu novia, o pídele fuego a ese apuesto desconocido que está sentado junto a tu novio y a ti en el tren. Verás como de repente vuelves a parecerle a tu pareja la persona más atractiva del lugar y no quiere sacarte las manos de encima.
Actúa misteriosamente: ¿Quieres que tu amorcito te llame más a menudo? Deja de contarle todo lo que haces durante el día. Omite detalles –inocentes- y ya verás cómo se vuelve un sabueso. Cuando te pregunte “¿Qué has hecho hoy?”, ya no respondas “Fui a comer a casa de mi madre, luego hice unas compras en el supermercado y preparé un pollo para la cena”. En su lugar desliza un casual “Nada, salí…”. ¡Morirá de intriga!
Deja de [email protected] tú: Si, por el contrario, el celoso de la pareja eres tú, intenta modificar o al menos suavizar este tipo de comportamiento. Cuando celas a alguien que nunca te ha dado motivos para hacerlo, le estás transmitiendo el mensaje de que no confías plenamente en él / ella. En cambio, si demuestras que no necesitas saber todo de su vida para estar
[email protected] de su amor, ellos mismos buscarán acercarse para compartir más detalles contigo.
Tal vez los celos, en su justa medida, sean el ingrediente necesario que toda relación necesita para cobrar ese sabor tan especial. Pero, como en la cocina, no exageres: demasiada pimienta deja a un plato de picantito a incomible. Demasiados celos dejan a una pareja de intrigada a saturada. Por eso, es mejor que todo esté en su justa medida.