Yo en mis inicios en esto del amor, me ocurrió un par de veces que me colé por chicas en las cuales pensaba en exceso (sobretodo por las noches, ejem ejem), y buscaba continuamente señales de gustarles yo.
Cuando aprendí a aceptar las señales de que a una chica no le gusto (o le gusto como amigo a lo sumo), fue ligeramente decepcionante, pero a la vez liberador.
Desde entonces cuando me gusta una chica empleo un tiempo prudencial en acercarme a ella y adivinar en su comportamiento si yo le puedo gustar o no. Cuando llego a la conclusión de que no (que es lo que suele pasar, ¿para qué engañarnos?
) simplemente lo acepto, evito pensar en ella más de la cuenta, y centro mis esfuerzos en otra (anda que no hay chicas en las que pensar).
Realmente no es tan complicado, cuando nos volvemos locos por alguien mayormente nos lo provocamos nosotros. Y al fin y al cabo todos son personas y nadie es un Dios perfecto... no hay necesidad de idealizar a nadie ni de dejar que nuestra vida dependa de esa persona, a la que al fin y al cabo le damos igual.