Cuando las circunstancias no acompañan

ZMT

Hace unos meses conocí un chico, trabajaba en el mismo sitio que yo, por terceras personas, con bromas de ser celestinas, empezamos a bromear con el tema, y el tema acabó liándonos. Ambos sabíamos que la situación no nos acompañaba. Yo soy residente de una isla pero estaba trabajando en otra, dónde lo conocí a él, y él es de fuera, aunque tiene plaza fija en ese centro. Es una persona que no le gusta whatsapp, para quedar y poco más, y a veces ni eso, directamente llamada de teléfono.

Decidimos, sabiendo que las circunstancias eran las que eran, la distancia del verano, el vivir en distintas islas..., vivir junio y luego durante el verano seguir nuestro camino. No nos vimos todos los días, había trabajo y cosas personales que hacer, pongamos que fueran 15 días, 15 días en los que hicimos de todo, todo lo que se suele hacer en un espacio de tiempo más largo, durante varios meses. Fue agradable, fue bonito, estábamos cómodos, nos amoldábamos... Me abrazaba sin venir a cuento, agarraba mi mano, acariciándola, durante toda la película en el cine, me mimaba y se preocupaba por despejar mi mente cuando las cosas se me complicaban, como cuando se me rompió el coche en medio de la autopista, me invitaba a ir con sus amigos, a comer, a tomar copas, de senderismo... Delante de ellos no íbamos dándonos besos, me acariciaba la pierna, la espalda, el pelo o el cuello, pero a ninguno de los dos nos gustaba estar de besos delante de gente conocida. Tampoco sé si alguno de ellos sabía algo o no, o si lo deducían al ver ciertos gestos. En cambio, por el centro comercial me ponía la mano en el culo, en la cintura, me agarraba la mano o me daba algún beso si estábamos en algún sitio cenando, tomando un helado o en el cine, cuando podíamos estar sin mascarilla. Pero lógicamente tenía fecha de caducidad. La cosa se quedó en que, dicho por él: que también le gustó mucho conocerme, aunque las circunstancias son las que son, pero bueno... la vida da muchas vueltas y no sabemos donde acabaremos.

Mi parte racional dice que lo entienda como un cierre, que en su mente no hay posibilidad de volver a tropezarnos, una segunda oportunidad, conocernos de verdad. Poco después de comenzar el verano, le escribí por whatsapp, le envié un vídeo, hablamos un poco y justo yo estaba en un apartamento, le envié una foto, de buen rollo, sin mostrar, de piscineo "no intentes competir con moreno", imaginando que, o no contestaba o lo haría borde, para mi sorpresa lo hizo de buen rollo "que bombonazo esta chiquilla" y "pero bueno!! no me mandes estas cosas que me perviertes". Poco hemos hablado desde que nos despedimos, no quiero molestar, pienso que para él fui ese capítulo de junio, ese entretenimiento del momento, que soy el episodio cerrado y finalizado y que escribirle es molestarle. Alguna amiga me dice que le escriba de vez en cuando, preguntarle qué tal está, comentarle cualquier cosa. No sé si debo o no, si puedo o no, mi cabeza siempre juega en mi contra poniéndome como lo peor a mi misma, esa persona pesada, molesta y cansina de la que la gente se aburre y no quiere saber nada, y mi corazón vuela con la ilusión y sus falsos escenarios. Sé que no soy la primera que se ve en esta situación y, quién la haya pasado, si puede ofrecerme algún consejo, no estaría nada mal.

Es irónico que cuando encuentras a una persona con la que te sientes a gusto hay algo que no ayuda, en este caso ser de diferentes sitios. Cupido nunca me ha tenido aprecio pero con esta se ha lucido.
Muchas gracias a todos.